Aunque hay leyes que protegen a las mujeres durante el período de embarazo y luego como madres trabajadoras, existen patronos que discriminan por entender que las mujeres-madres tienen menos compromiso o tiempo disponible para las responsabilidades profesionales

'Esto ocurre hasta en el abstracto. La mujer no tiene ni que estar embarazada, basta que esté en edad reproductiva para que muchas veces en la mente del patrono exista la idea que no debe darle empleo que requiera horas extras o mayor calidad de trabajo. Son cosas que ni se verbalizan en la entrevista de trabajo, ni se verbalizan directamente a ellas, pero son premisas que están presentes', denunció la portavoz del Proyecto Matria, Amárilis Pagán.

Pagán relató un ejemplo de una participante de Matria que trabajaba como cuidadora en un hogar para envejecientes. Cuando la dueña del hogar supo que estaba embarazada le dijo que, por su bienestar, la dejaría fuera por un tiempo, ya que supuestamente en el lugar tenía que hacer fuerza al trabajar y podía hacerle daño en el embarazo.

'Su trabajo consistía en ayudar con los viejitos, cuidándolos, bañándolos. Eso no requiere un despido porque estés embarazada. Así que a ella la dejaron fuera por eso. Nosotras la orientamos que eso era una violación a sus derechos, por lo que debía ir al Departamento del Trabajo y debería considerar una acción legal. Pero muchas veces pasa que las personas están en un estado de vulnerabilidad que no quieren someterse a procesos legales por lo que (la violación) queda impune', insistió.

Otro caso ocurrió en una institución educativa en la que una profesional, luego de parir, enfrentó un recorte de horas a su jornada de trabajo. Sus tareas fueron delegadas a otras personas sin justificación alguna. Según la abogada feminista, cuando ella llamó la atención sobre la situación y expresó que entendía estaba siendo discriminada cesó la práctica. El cambio de acción denota que había un patrón de discriminarla por ser madre.

'Me pasó a mí, recién graduada de derecho fui a una entrevista con una jueza del Tribunal Apelativo. La plaza era de oficial jurídico y la jueza me dijo expresamente, cuando supo que era de Aibonito, que 'lo que pasa con las muchachas de pueblos así es que de momento se embarazan y dejan el trabajo'. No me dieron el trabajo', relató.

Las leyes laborales en Puerto Rico protegen a las mujeres embarazadas con una licencia con paga prenatal y postnatal que suma ocho semanas. Si ocurre una complicación, la mujer puede tomar doce semanas adicionales, pero sin paga. En el caso del sector público, se amplia esa licencia y se crea una licencia de paternidad, que no existe en el sector privado.

El abogado laboral Alejandro Torres aseguró que, en términos generales, los patronos toman esos derechos en consideración 'porque las consecuencias de la violación pueden ser mucho peor en causas de acción por daños'.

'Claro; hay mil formas que los patronos pueden lograr hacer poca vergüenzas con las trabajadoras evitando una causa de acción por discrimen. Pueden despedir o tomar decisiones asegurando que desconocían del embarazo o imputando que la conducta de la trabajadora violó los reglamentos de disciplina, productividad o ineficiencia', explicó Torres.

La madres trabajadoras tienen derecho a la lactancia y los mismos derechos que todo trabajador. Según Torres, la ley no ofrece un trato preferencial porque seas mujer y hayas parido por lo que el trato o concesiones quedan a discreción del patrono.