Wilder afirma que Fury manipuló los guantes, el campeón lo desmiente
La tercera pelea entre estos pesos pesados será mañana en Las Vegas.
LAS VEGAS - El campeón de peso pesado, el inglés Tyson Fury, arremetió esta semana contra el estadounidense Deontay Wilder, quien lo acusó, sin bases hasta el momento, de haber manipulado sus guantes en su revancha de febrero de 2020, que ganó por nocaut técnico en el séptimo asalto.
Las actividades previas a la pelea de la trilogía se han salido tanto de control que Bob Arum, presidente de la empresa promotora, la Top Rank, decidió cancelar el tradicional encuentro antes de la pelea del sábado, en el T-Mobile Arena, por el campeonato de peso pesado versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que posee Fury.
"Dice que quiere hacerme cosas malas y que tiene toda esta ira dentro, malicia y agresión", comentó Fury, quien agregó que a diferencia, por su parte, "yo no quiero lastimar a Deontay Wilder. Sólo quiero vencerlo en una pelea".
Agregó que "Los que sostienen brasas con agresión son los que se queman. Sabe que perdió dos veces y que perderá la tercera".
El campeón preguntó en la conferencia de presa que "si los guantes contenían un objeto extraño, como afirma Wilder, por qué todavía emplea al hombre que inspeccionó esos guantes antes de la pelea en la que lo vencí".
Jay Deas ya no es el entrenador principal de Wilder, pero está en el equipo y trabajará en la esquina la noche de la pelea.
Deas fue reemplazado por Malik Scott, a quien Wilder noqueó en un asalto en 2014. Mark Breland, exentrenador asistente, fue despedido por Wilder por tirar la toalla en el séptimo asalto.
El peleador inglés dijo que "Mark Breland te salvó la vida esa noche. Deberías de darle un aumento de sueldo. Si gané porque hice trampa, ¿qué sentido tiene cambiar a su equipo?"
Pero Wilder, que tiene marca de 42-1 con 41 nocáuts, continuó afirmando, sin pruebas, que Fury manipuló sus guantes. La Comisión Atlética del Estado de Nevada inspeccionó los guantes y no encontró nada anormal.
Las acusaciones originalmente las hizo Wilder en octubre de 2020 en medio de una disputa contractual con respecto a la tercera pelea. El acuerdo para la segunda pelea contenía una cláusula de revancha, que Wilder ejerció rápidamente, pero después de muchos intentos fallidos de encontrar una fecha debido a la pandemia, Fury dijo que estaba pensando mejor enfrentar a su compatriota Anthony Joshua.
Fury, con registro de 30-0-1, con 21 fueras de combate, tenía un acuerdo para enfrentarse a Joshua por el campeonato indiscutido de peso pesado el 14 de agosto en Arabia Saudita, pero en mayo un árbitro independiente dictaminó que Fury le debía a Wilder una tercera pelea.
En sus afirmaciones, Wilder, de 35 años, dijo que "Me iré a la tumba con mis creencias. Yo no tengo que manipular mis guantes, no tengo que hacer esas cosas. En cambio, tú no tienes poder, ni eres un artista del nocaut. Yo salí de pie, pero tuve un entrenador desleal".
Inmediatamente Fury, de 33 años, respondió diciendo que "Eso fue un nocaut", quien logró derribar a Wilder dos veces en la última pelea. "No te temo porque eres un pequeño mentiroso, un tipo inseguro. Ya estás siendo noqueado".
En el vaivén de acusaciones, Fury agregó que "Todo lo que dices es verdad, lo que puse en los guantes fueron mis puños", y agregó que Deas estaba involucrado desde que inspeccionó los guantes. "No tengo que negarlo, es todo cierto, usé mis nudillos".
Agregó que "Wilder es débil mentalmente y lo voy a noquear. Lo borré en la revancha y veo lo mismo en la tercera pelea".
Mientras que Wilder ha dicho una serie de excusas ante la derrota, argumentando que su uniforme para subir al cuadrilátero pesaba más de 40 libras y que eso debilitó sus piernas, o que Breland conspiró en su contra.
Cuando tuvieron su primer combate en diciembre del 2018, Fury se conformó con un empate, aunque pareció ganar todos los episodios, además de aquellas en las que Wilder cayó, en las rondas 9 y 12.
La pelea del sábado además del atractivo que han fabricado con sus agresiones en las conferencias de prensa, está el hecho de que el peleador que gane estará cerca de conseguir un combate por el título de peso pesado indiscutible.