Argentina, entre la conmoción y la polémica tras una semana sin Maradona
Continúan las investigaciones sobre las causas de su muerte
La muerte de Diego Armando Maradona, de la que este miércoles se cumple una semana, ha supuesto una conmoción para Argentina y para todo el mundo, en el que se siguen produciendo homenajes a la figura del "Pelusa" mientras aumenta la polémica sobre presuntas negligencias que condujeron al deceso.
Cuando el pasado miércoles se conoció la muerte del '10' a causa de un paro cardíaco en la residencia de la provincia de Buenos Aires en la que se recuperaba de una intervención quirúrgica, la primera reacción fue el dolor, que miles de seguidores expresaron saliendo a las calles ese mismo día en diferentes puntos icónicos para el exfutbolista.
Así, la casa donde se crió Maradona en Villa Fiorito, el estadio del Argentino Juniors (club en el que debutó), el estadio del Boca Juniors (club en el que jugó gran parte de su carrera) y el Obelisco de Buenos Aires (punto de referencia para celebraciones deportivas) se convirtieron en puntos de peregrinación y santuarios improvisados para el homenaje.
Una foto polémica
Con Maradona ya enterrado, los ánimos en el país no se tranquilizaron y el foco comenzó a dispersarse sobre otros asuntos, como lo ocurrido con tres empleados de la funeraria, que se tomaron fotos con el cadáver, que fueron citados a declarar por la Fiscalía, encargada de investigar delitos por presunta profanación de un cadáver y violación de derechos personalísimos.
Ya el fin de semana la polémica volvió a escalar a raíz del registro judicial a la casa y el consultorio de Leopoldo Luque, médico personal de Maradona, en el marco de la causa en la que se investigan las causas de la muerte del exfutbolista, por si pudo haberse dado alguna negligencia médica que pudiera apuntar a un homicidio culposo u abandono de persona.
Fuentes de la Fiscalía de la localidad bonaerense de San Isidro, a cargo de la investigación, confirmaron a Efe que los registros se realizaron para recabar material de prueba de interés para la causa, como el historial médico de Maradona.
Indicaron que en el procedimiento a Luque se le notificaron sus derechos, si bien "no está formalmente imputado" en la causa, un paso que podría darse si el médico es citado a prestar declaración indagatoria y la Fiscalía decide entonces avanzar con una imputación.
Luque aseguró que aseguró que hizo "lo mejor" que pudo por el exfutbolista, pero aclaró que no era el responsable de su salud y que "el Diez" decidía por sí mismo.
La psiquiatra, bajo investigación
El proceso de la Justicia sigue su cauce y la última persona en sumarse a la investigación es la psiquiatra Agustina Cosachov, cuya clínica y domicilio particular también fueron registrados por las autoridades en las últimas horas.
Su abogado, Vadim Mischanchuk, afirmó que en el registro de las instalaciones se entregó "voluntariamente todo" lo que las autoridades requirieron y pidió cautela para "esperar los resultados de las pericias", que todavía no finalizaron, y tras las cuales se sabrá si Cosachov está imputada o no.
"Para opinar sobre un acto médico, para opinar sobre la medicación que recibió un paciente, hay que haber tenido contacto con el paciente en ese momento, no sirve la opinión de un médico que quizás hacía algún tiempo que no lo veía", señaló este miércoles Mischanchuk ante la prensa.
Para este miércoles está previsto que se trasladen las muestras biológicas que conservan del cuerpo para que comiencen los estudios más exhaustivos, que serán fundamentales en el desarrollo de la investigación y la determinación de posibles responsabilidades.
Velatorio en la Casa Rosada, la primera polémica
La polémica en el país comenzó poco después del anuncio de la muerte, con el masivo velatorio que tuvo lugar en la Casa Rosada, una distinción de la que en la historia solo gozó otro deportista en el país: el piloto Juan Manuel Fangio.
El velatorio comenzó a las 6:00 a.m. hora local y en los inicios la jornada transcurrió sin incidentes, con una fila de gente cada vez mayor que esperaba para despedirse de su ídolo, cuyos restos descansaban en un cajón cerrado cubierto por la bandera nacional y las camisetas de la selección argentina y del Boca Juniors, más otros objetos y camisetas que los aficionados iban dejando a su paso.
Se esperaba una afluencia histórica, pese a las restricciones que todavía existen para frenar la pandemia de coronavirus, que según algunas fuentes podía llegar al millón de personas, por lo que la intención inicial del Gobierno era extender el evento más de un día, algo que finalmente no sucedió por petición de la familia, quien fijó las 4:00 p.m. como fin de la despedida pública.
A medida que esa hora se acercaba comenzaron a producirse enfrentamientos entre los seguidores de Maradona con las fuerzas policiales, y mientras los segundos intentaban dispersar a la gente con cargas y gases lacrimógenos, un grupo de los primeros rompió el orden establecido y saltó las verjas que los separaban de la Casa Rosada.
Ante esta situación la familia accedió a extender por unas horas el velatorio, aunque a raíz del descontrol generado el cuerpo fue cambiado de lugar hasta que finalmente salió con el cortejo fúnebre para recorrer las calles de la capital hasta el cementerio privado de Bella Vista, donde hacia el atardecer tuvo lugar la ceremonia con la familia y amigos y se dio sepultura a los restos.
Lo sucedido durante este día dio inicio a una serie de acusaciones cruzadas entre las autoridades nacionales y de la ciudad, donde gobierna la oposición, que tuvo su punto álgido con la denuncia penal que el Gobierno impuso por las cargas policiales contra el alcalde de la capital, Horacio Rodríguez Larreta, y su vicealcalde, una acción que, según Larreta, tiene "intencionalidad política".