Puertorriqueña busca hacer historia en la Daytona 500
Charlotte - Cuando la puertorriqueña Kim López baje la bandera de partida de la 57 edición de la carrera de las 500 millas de Daytona (Florida) de la competencia Nascar este domingo, no solo se convertirá en la primera mujer e hispana en hacerlo sino que habrá inspirado a toda una comunidad.
'El que yo esté allí, haciendo ese trabajo en lo que se considera el 'Super Bowl' de Nascar, es prueba de que los hispanos pueden hacer lo que deseen si se lo proponen. Estoy muy orgullosa de representar a mi comunidad', afirmó hoy López a Efe.
Originaria del Bronx, López recuerda como se enamoró del deporte de la velocidad en 2001 al asistir a su primera carrera en el complejo Charlotte Motor Speedway, tras mudarse con su familia Carolina del Norte, al corazón de Nascar.
'Este mundo de las carreras es fascinante, los carros, la velocidad, la adrenalina, las pistas, todo me llamaba la atención, y cuando solicité un empleo en la Nascar, me miraban con incredulidad, pero me dieron la oportunidad y luego de mucho esfuerzo he logrado vencer muchos obstáculos', acotó López de 33 años.
Durante su trayectoria de 11 años en Nascar, López ha sido oficial en la Xfinity Series y en la Camping World Truck Series en los últimos siete años.
En 2007 también hizo historia al convertirse en la primera mujer en Nascar en ser designada como jefe de largada, y en 2014 fue jefe de largada en dos carreras en la Sprint Cup Series.
Chad Little, director general de Inspección Técnica de Nascar, comentó que López será la responsable de las banderas del domingo, porque es 'una de las mejores en lo que hace en todo el mundo'.
'Ella ha luchado por su sueño en un camino nunca antes recorrido y nos emociona verla hacer sus sueños realidad cuando ondee las banderas en la Daytona 500', añadió.
El jefe de largada juega un papel esencial durante la carrera y para impartir sus ordenes dispone de ocho banderas, incluyendo la clásica a cuadros que decreta al ganador.
Con esas banderas se informa a los pilotos que comiencen a correr, que bajen la velocidad, que dejen libre el paso o que paren, y López tendrá que lidiar con pilotos que maniobran sus bólidos a más de 200 millas por hora.
Con respecto a la incursión de hispanos en el deporte automovilístico, López considera que ha aumentado con los años, que se ven a más mecánicos, asistentes, corredores en los talleres y en las pistas alrededor del país, y el número de fanáticos sigue creciendo.
'El consejo que les puedo dar a los hispanos que estén pensando en trabajar o involucrarse con la Nascar es que lo intenten porque no se van a arrepentir', acotó.
La familia de López, un pilar fundamental para que la boricua entre en esta carrera, no estará presente en Daytona, pero 'me estarán apoyando desde Nueva York y Carolina del Norte en uno de los días más importantes de mi vida', concluyó.