El campeón filipino Manny Pacquiao ya está listo para hacer mañana en Las Vegas otra defensa del título del peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) ante el invicto estadounidense Timothy Bradley Jr., que espera dar la sorpresa con un gran triunfo.

Pacquiao asegura llegar a la pelea en su mejor forma después de haber realizado una gran preparación con el entrenador Freddie Roach, que logró encaminar de nuevo su carrera, en peligro tras el combate con el mexicano Juan Manuel Márquez.

Roach fue categórico cuando dijo que no le preocupa nada de Bradley Jr., porque Pacquiao vuelve a ser el mejor púgil con una concentración completa y llega en plenitud a la velada en el MGM Grand Hotel.

El veterano preparador, que el domingo será exaltado al Salón de la Fama en Canastota, Nueva York, explicó que Pacquiao superó una grave crisis personal y ahora está en excelentes condiciones físicas, mentales y emocionales.

Roach afirmó que Pacquiao durante la pelea con Márquez atravesaba problemas maritales que no le permitieron concentrarse en el boxeo.

'Ahora estoy más motivado que nunca y listo para dar una gran pelea', comentó Pacquiao, el único boxeador que ha conseguido títulos mundiales en ocho divisiones de peso diferentes. 'Lograré una gran victoria'.

Roach reiteró que la reconversión de Pacquiao ha sido muy positiva y no tiene duda que puede dar la mejor demostración de su carrera. Sin embargo, la popularidad del púgil filipino ha comenzado a perder fuerza en Las Vegas tras sus últimos combates y tendrá que hacerlo muy bien este sábado si quiere recuperar el terreno perdido.

'Respeto la decisión de los fanáticos que no estuvieron contentos con mí última presentación. Trataré de ganarme su confianza. Quizás algunos están preguntándose o con dudas si todavía puedo', comentó Pacquiao. 'El sábado despejaré todas las interrogantes'.

Bradley Jr., campeón del peso welter junior (OMB) e invicto después de 28 peleas, incluidos 12 triunfos por la vía del nocaut, está convencido que va a sorprender a Pacquiao y forzar que se tenga que dar una pelea de revancha antes que concluya el año.

'Estoy prediciendo el futuro. Las entradas para esa pelea en noviembre se pondrán a la venta el 12 de junio', comentó Bradley Jr. 'Estoy convencido que voy a ganar la pelea, sé cómo tengo que pelear para vencer a Pacquiao'.

Sin embargo, para el veterano promotor Bob Arum tampoco hay duda del triunfo de Pacquiao frente a Bradley Jr. y entre los posibles rivales que tendrá el filipino están el puertorriqueño Miguel Cotto, Márquez y como es lógico el estadounidense Floyd Mayweather Jr. cuando salga de la cárcel.

'No suelo hablar de futuras peleas con Manny hasta que cumpla con su pelea del presente. Así que luego que pelee le presentaré los potenciales rivales y cuánto estoy dispuesto a pagar por cada uno', comentó Arum. 'Pero ciertamente Cotto y Márquez son nombres que se tienen que analizar así como Mike Jones y Brandon Ríos'.

Arum también confirmó que la pelea estelar de Pacquiao y Bradley Jr. no se disputará hasta que no concluya el séptimo partido de las finales de la Conferencia Este que van a disputar mañana, sábado, por la noche, los Heat de Miami contra los Celtics de Boston.

La trasmisión de la pelea, que será vista por la televisión de pago, no comenzará hasta que no haya concluido el partido que establecerá al campeón que juegue la final de la NBA contra los Thunder de Oklahoma City, ganadores en el Oeste.

El argumento de Arum para el aplazamiento es que Pacquiao es fanático del baloncesto así como los fanáticos de los Celtics y el Heat son seguidores del boxeo.

'No voy a esperar porque Manny me haga esa petición. No comenzaremos la pelea hasta que los Celtics y el Heat finalicen su juego de la fase final', declaró Arum. 'Ahora Manny, el Heat, los Celtics y los fanáticos del deporte no tendrán que romperse su cabeza eligiendo entre eventos y podrán ver a ambos en su totalidad'.

La realidad del aplazamiento es que Arum quiere evitar que potenciales compradores de la pelea por televisión estuviesen indecisos a la hora de hacerlo porque se podrían perder parte de la misma si veían el baloncesto.

Arum aspira a que el cartel venda cerca de 1,2 millones de transmisiones, pero hay quienes dudan que ese número pueda ser alcanzado ante la pérdida de popularidad de Pacquiao.