Ocho deficiencias de minerales comunes en tu cuerpo
Conocer en detalle lo bueno y lo malo que contiene ese alimento que consumirás siempre será la mejor herramienta para cuidar de tu salud. Un reciente estudio publicado por una revista especializada resumió cuáles son las deficiencias más comunes que tenemos los seres humanos en el cuerpo y los posibles síntomas para que puedas identificarlas a tiempo.
• Calcio
El calcio es un mineral vital para los huesos y el más abundante en el cuerpo humano, pues ayuda en la formación y función de los dientes y huesos. Los expertos dicen que es muy probable que no te des cuenta si tienes una dieta baja en calcio, pero el cuerpo va a mantener los niveles necesarios de este mineral en la sangre extrayéndolo de tus huesos, lo que puede terminar en facilidad de fracturas y padecimiento de osteoporosis. Para quienes no consumen lácteos, deben saber que el calcio se encuentra en muchos vegetales verdes.
• Fibra
Es un carbohidrato, pero los profesionales de la salud la han incluido en la lista, ya que es muy importante para que regule la función adecuada del intestino, más ayuda a regular el colesterol y el azúcar en la sangre. Su deficiencia se conoce a través del estreñimiento o la aparición de hemorroides y aumentas su consumo ingiriendo trigo, manzanas, guineos, fresas, zanahoria, remolacha y papa, entre otros.
• Hierro
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos dice que los cuerpos humanos necesitan 'hierro para producir las proteínas de transporte de oxígeno de la hemoglobina y la mioglobina'. A nivel mundial, la deficiencia nutricional de hierro es la más común. Los síntomas de la falta de hierro pueden pasar desapercibidos y se puede confundir con problemas de comportamiento o de motivación. En los casos más graves, los niveles de hierro bajos pueden causar fatiga y disminución de la productividad. Los niños más pequeños pueden ser inquietos y pueden presentar debilidad, mareos, dolores de cabeza o la piel pálida. La carne de aves y rojas, así como los mariscos son una gran fuente de hierro, y quienes no consumen carnes, lo hallan en los granos, pasas y espinacas.
• Magnesio
El alto consumo de alimentos procesados y el exceso de estrés son los principales causantes de los bajos niveles de magnesio. Las señales principales de su deficiencia se reflejan a través de calambres en las piernas, espasmos musculares, ansiedad, insomnio y estreñimiento. Para aumentar los niveles de magnesio puedes consumir cacao, frutas y granos sin procesar.
• Potasio
El potasio ayuda a que los riñones, el corazón y otros órganos funcionen adecuadamente. Las deficiencias de potasio se reflejan en calambres musculares, debilidad, diarrea, náuseas, presión arterial baja, y cambios en el ritmo cardíaco. Quienes tienen deficiencia de este mineral deben de aumentar el consumo de guineos, aguacate, granos integrales, leche, verduras y frijoles.
• Vitamina B12
La vitamina B12 ayuda a la producción de ADN y a los neurotransmisores en el cerebro. Los expertos detallan que el cuerpo necesita vitamina B12 para producir glóbulos rojos, ya que estos suministran oxígeno a los tejidos del cuerpo. La deficiencia de esta vitamina conduce a la anemia, que tiene síntomas que incluyen fatiga, aumento de la frecuencia cardíaca, piel pálida e insomnio. Aumentarás tus niveles de vitamina B12 comiendo más pescado, pollo, leche y yogur.
• Vitamina D
La vitamina D juega un papel muy importante en la salud de los huesos, especialmente en su desarrollo y mantenimiento de fortaleza. La vitamina D ayuda en la absorción de calcio y fósforo en el cuerpo. En los niños y adolescentes la deficiencia puede causar pobre desarrollo de la densidad ósea necesaria para mantener sus huesos fuertes y sanos. En los adultos mayores, la deficiencia puede conducir a dolor en las articulaciones o los músculos, que pueden confundirse fácilmente con otras condiciones. Algunos alimentos ricos en esta vitamina tan esencial son los champiñones, el caviar y cortes magros de carne de cerdo.
• Zinc
El sistema inmunológico del cuerpo humano requiere zinc para que pueda funcionar correctamente. Entre sus síntomas, se encuentra la falta del gusto, por lo que las personas tenderán a echar más sal o más azúcar a las comidas y bebidas. Se encuentra frecuentemente en algunas fuentes animales como las ostras, el cangrejo, el hígado, la carne de pollo oscura, los huevos, los guisantes verdes y los frutos secos.