El hombre que le puso banda sonora a toda una generación de jóvenes insatisfechos y contestatarios, el poeta del R<><><><><><><><><>&B de protesta de los ’70, ha claudicado a la censura china. A algunos de sus seguidores no sólo no les molesta, si no que se afanan por criticar al medio que se atreva a cuestionar al intocable Robert Allen Zimmerman./ppBob Dylan, a sus 69 años, cedió al pedido de las autoridades chinas y en su reciente concierto del pasado miércoles en Pekín no abordó las pacifistas ‘The times they are A-changing’ ni ‘Blowing in the wind’./p

pPero si para el diario a href=’http://www.elpais.com/articulo/cultura/censura/china/dicta/notas/Bob/Dylan/elpepucul/20110407elpepucul_1/Tes’El País/a ‘está claro que la fuerza económica del gigante asiático es capaz de doblegar al más correoso de los defensores de los Derechos Humanos’, un lector denominado ‘Rotolo’ defiende en la versión web del rotativo español que por encima de las críticas, de apenas dirigirse al público y de obviar algunos de sus éxitos, a Dylan le ‘basta un gesto mínimo en un concierto, una mirada inusitadamente simpática, una media sonrisa, un verso entonado de una forma nueva para que los dylanitas demos gracias por estar vivos y poder verlo’./p

pOtro ‘dylanista’ recalcitrante manifiesta en el mismo medio, por su parte, que ‘Dylan no da entrevistas ni rueda de prensas en (casi) ningún país al que va de gira, y nunca habla en los conciertos. Entonces, por qué lo iba a hacer ahora?’./p