El 7 de agosto de 2019 será recordado en la historia de Puerto Rico como el día en que juramentó la primera Gobernadora electa por la Constitución y el día en que empezó la contienda primarista en el penepé.

Ha transcurrido un año desde la determinación del Tribunal Supremo que invalidó el juramento de Pedro Pierluisi Urrutia como gobernador y que convirtió a la entonces secretaria del Departamento de Justicia, Wanda Vázquez Garced, en la Primera Ejecutiva por orden de sucesión constitucional.

Como si fuera una secuela, o una segunda temporada en las series televisivas, 12 meses después la fecha coincide con la víspera de las primarias electorales en que esos mismos protagonistas buscan convertirse en la apuesta definitiva del Partido Nuevo Progresista (PNP) a la Gobernación para las elecciones de noviembre.

Ambos aspirantes están marcados por el legado de Ricardo Rosselló Nevares, primer hijo de gobernador —Pedro Rosselló González— en ocupar ese cargo y primer gobernador renunciante.

En el 2016, Pierluisi Urrutia perdió la primaria del PNP contra Rosselló Nevares por 10,704 votos. En un universo de casi tres millones de votantes, la contienda registró una participación de casi medio millón de personas (16.53%), con 4,018 papeletas en blanco y 377 mal votadas.

Tres años y un mes después de esa votación, el 31 de julio de 2019 Rosselló Nevares nombró a Pierluisi Urrutia como Secretario de Estado para que permaneciera en la máxima silla Ejecutiva cuando se hiciera efectiva su salida del cargo.

La dimisión de Rosselló Nevares tendría efectividad el 2 de agosto.

Durante la vista pública ante la Cámara de Representantes para evaluar ese nombramiento, Pierluisi Urrutia aseguró que buscaba continuar el programa de Gobierno encaminado por la Administración PNP en el cuatrienio, o sea, la liderada por Rosselló Nevares.

Según la Constitución de Puerto Rico, la ausencia o renuncia de un gobernante deberá ser mitigada por el Secretario de Estado. En ese momento, el secretario Luis G. Rivera Marín formaba parte del grupo de mensajería Telegram que impulsó los pedidos de renuncia contra Rosselló Nevares, por lo que también abandonó su puesto.

La Ley 7 del 2004, por su parte, sostiene que el designado Secretario de Estado puede asumir la gobernación solo si cuenta con la confirmación de la Cámara de Representantes y el Senado.

Pese a no tener el aval del Senado, el licenciado Pierluisi Urrutia juramentó el viernes, 2 de agosto de 2019, como gobernador, amparado en la Ley 7 de 2004, y luego de una alegada consulta con Vázquez Garced, quien en ese momento no estaba interesada en ocupar el cargo.

La determinación fue impugnada por el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, no solo dentro del hemiciclo al cerrar la sesión sin considerar el nombramiento de Pierluisi Urrutia, sino que también elevó la oposición al Tribunal Supremo.

Según lee el documento, radicado por el bufete Aldarondo & López Bras, la interpretación de la Ley 7 de 2004 por parte de Pierluisi Urrutia y Rosselló Nevares “usurpó de manera flagrante las prerrogativas constitucionales del Senado de Puerto Rico”.

“Les recuerdo a todos que yo juramenté como Gobernador estando en plena posesión del cargo de Secretario del Departamento de Estado. Juré a ese cargo mientras la Asamblea Legislativa estaba en receso, pues ese juramento se dio el miércoles, 31 de julio, a las 5:00 de la tarde y la sesión extraordinaria de la Asamblea Legislativa no comenzó hasta el jueves a las 11:00 de la mañana’, afirmó Pierluisi Urrutia en ese momento.

Tras solo cinco días en La Fortaleza, en los que llevó a cabo reuniones con jefes de agencia y el componente de seguridad, el Supremo determinó el 7 de agosto de 2019 que era a Vázquez Garced a quien le tocaba la silla ocupada ilegalmente por Pierluisi Urrutia.

Vázquez Garced fungió como secretaria de Justicia desde el inicio de la Administración Rosselló Nevares y juramentó como gobernadora en horas de la tarde. Así, se convirtió en tan solo la segunda mujer en ser gobernadora y la primera en hacerlo sin mediar la elección democrática, suceso que no ocurría desde el 1952. Previo a ese año, el Gobernador de Puerto Rico era nombrado por el Presidente de Estados Unidos debido al estatus colonial.

Logró aplacar las manifestaciones de renuncia que le incluían al asegurar que llegaba a asumir la gobernanza con el interés de unificar al pueblo, que no aspiraría a puesto alguno en la próxima elección y que no impulsaría la estadidad por considerarla polarizante.

Meses después, luego de que Pierluisi Urrutia anunciara su aspiración a la Gobernación en noviembre de 2019, Vázquez Garced volvió a cruzarse en su camino y expresó su intención de aspirar al puesto.

En el trayecto, la exsecretaria de Justicia ha parecido recibir el apoyo de Rivera Schatz como presidente del Senado y del PNP.

El domingo se sabrá quién de los dos prevalece en su intención.

Repasa la cobertura de ese entonces:

-A un año de «las gobernaciones» de Pedro Pierluisi y de Wanda Vázquez

–Rosselló designa a Pierluisi como Secretario de Estado

–Pedro Pierluisi juramentó como gobernador

–Senado cierra sesión sin votar sobre nombramiento de Pierluisi

–Abogados y populares piden intervenir en TRS v Pierluisi

–Júbilo político con la decisión unánime del Supremo

–Wanda Vázquez se muestra sin intenciones de dejar la gobernación

–Pierluisi abandona Puerto Rico