Al menos siete personas murieron y otras siete resultaron heridas cuando un joven de la etnia minoritaria uigur detonó un explosivo adherido a su cuerpo en la región autónoma noroccidental china de Xinjiang, publicó Radio Free Asia en su web.

El medio, fundado por el Gobierno de Estados Unidos, apuntó ayer que los sucesos ocurrieron el viernes pasado en la prefectura de Hotan, una empobrecida zona de Xinjiang cercana a la frontera con la India y Pakistán.

Las autoridades chinas en la región han impuesto un apagón total en los medios de comunicación e internet en Hotan después del suceso, por lo que se desconocen más detalles del incidente, añadió la web de la emisora.

Preguntada al respecto, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying, aseguró hoy en rueda de prensa que estaba al corriente de las informaciones, pero dijo no disponer de información para confirmarlas o desmentirlas.

Las autoridades chinas vinculan tradicionalmente los actos de violencia en Xinjiang, hogar de comunidades de religión musulmana emparentadas con pueblos de Asia Central como los uigures, con grupos de influencia islamista que pretenden establecer el Estado independiente del Turkestán Oriental.

Mientras, asociaciones uigures en el exilio defienden que los enfrentamientos son fruto de la represión a la que es sometida esta minoría por parte de las autoridades, principalmente formadas por miembros de la mayoritaria etnia han.

Alrededor de 200 personas murieron debido a este tipo de enfrentamientos en China el pasado año, después de que las tensiones se agudizaron en 2009, tras unas reyertas en Xinjiang en las que al menos dos centenares fallecieron y 1.700 personas resultaron heridas.