Paciencia con conciencia
Columna de la comunicadora Josette Pagán.
Cuando nos enfocamos en algo que realmente deseamos con todo el corazón lo queremos “para ayer”. Le ponemos todo el entusiasmo y la intención para que se manifieste lo más rápido posible. Entonces aparecen los obstáculos, esos que nos hacen la vida de cuadritos creando frustración, estrés y hasta tristeza; seguidos por nuestros cinco mil reclamos al universo cuestionando los “por qué.” Ahí llega la impaciencia como una nube densa que nos ciega y bloquea, convirtiéndose en una de nuestras peores enemigas… aunque tengo que decir que también es una de nuestras más grandes maestras.
Cuando las cosas no van como queremos siempre tenemos la opción de girar nuestro punto de vista unos grados y mirar la situación desde otra perspectiva, como cuando das vuelta a un caleidoscopio. Entonces todo cambia y se ve diferente. Piensa en una situación en la que hayas sido impaciente con algo, con alguien o contigo mism@. Profundiza en la situación y observa lo que sientes.
Pregúntate si el obstáculo que te causó la impaciencia te ha hecho crecer, madurar y comprender que a veces lo que deseamos no necesariamente es lo que más nos conviene. Al profundizar en los momentos de impaciencia del pasado realizamos y entendemos que en realidad los obstáculos muchas veces fueron “bendiciones disfrazadas” que tenían el propósito de protegernos, alejarnos del apego y la codependencia, y abrir el camino para que la vida nos brindara nuevas y mejores oportunidades y alternativas.
Recientemente leí un artículo del HeartMath Institute sobre cómo la paciencia previene el estrés y nos ayuda a sintonizar nuestra naturaleza mental y emocional para manejar nuestra vida mejor. Indican que la reducción del estrés que experimentamos al ser pacientes rápidamente se convierte en resiliencia, que es especialmente necesaria a través de estos cambios restrictivos que la mayoría de nosotros estamos experimentando en estos tiempos. Les comparto el siguiente ejercicio que recomiendan y me encantó:
- Ejercicio para reemplazar la impaciencia por la paciencia
- Reconoce tus sentimientos tan pronto como sientas impaciencia, irritación o frustración.
- Pausa lo que estás haciendo y desde el centro de tu corazón imagina respirar la sensación de tranquilidad interior.
- Imagina que con cada inhalación te llenas de sentimientos de paciencia y calma.
- Cuando sientas el cambio hacia una actitud de paciencia y recuperes tu equilibrio emocional, continúa respirando este sentimiento por un tiempo más para ayudar a anclarlo.
- Continúa con este ejercicio durante unos días y tu intuición comenzará a avisarte automáticamente cuando vayas a comenzar a sentir la impaciencia.
Practicar la paciencia y fluir con conciencia es una cualidad mágica y un arte que cuando se pone en práctica resulta en paz, estabilidad, equilibrio emocional y en lograr cosas más grandes y mejores de las que soñábamos. La paciencia nos regala libertad. Así que de ahora en adelante, cuando algo no se dé como esperabas, abre tu mente y tu corazón. Suéltalo y déjalo ir. Enfócate en lo positivo, en ver las cosas desde otros puntos de vista y en ser agradecid@ por lo que tienes y lo bueno que está por venir. El mismo empeño y entusiasmo que le pones a lograr lo que quieres, pónselo en vez a esperarlo con paciencia y mucho mejor de lo que esperabas.
En estos momentos de retos es fundamental que todos practiquemos la #pacienciaconconciencia para continuar siendo resilientes, cuidarnos más los unos a los otros, y lograr un mejor y más saludable futuro para nosotros mismos, para Puerto Rico y para toda la humanidad. Cada uno tiene que poner su granito de arena. Te invito a poner el tuyo y ser parte de este movimiento de transformación positiva.