Reconozco que no soy la típica Directora de Campaña. Soy mujer y el candidato es mi hermano. Es la persona que me vio crecer, me apoyó y me enseñó innumerables lecciones desde que tengo memoria. Esto es lo que me permite presentarles la persona detrás de las cámaras, los foros y debates, al joven que fue y el hombre de estado que es.

Fuimos cinco hermanos bendecidos de crecer en un hogar de mucha fe y unión familiar, con grandes ejemplos de amor y respeto, por lo cual estamos eternamente agradecidos. Desde pequeños nos inculcaron que teníamos que ser desprendidos y servirle a los demás. En nuestra casa la moral y los valores iban por encima de todo.

Por otro lado, también hemos pasado por momentos difíciles. Nuestro hermano más pequeño, José Jaime, fue asesinado a sus 28 años frente a la casa de mis padres en un carjacking. Ese momento nos cambió la vida, como individuos y como familia. Nuestros padres encontraron fortaleza en Dios y mi familia se refugió en el valor de ellos.

Como a demasiados puertorriqueños, ese día nos tocó vivir la tragedia que se lee en los periódicos a diario. Recuerdo pensar cuál sería la reacción de Pedro como Secretario de Justicia, en un momento en la historia de Puerto Rico en que la criminalidad estaba en su punto más alto. Con tanto desconsuelo, no sabía si la pérdida de José Jaime sería más fuerte que su deseo de servirle al pueblo. Nos demostró lo contrario, que su alma no se dejaba minar y que su misión de hacer de Puerto Rico un lugar más seguro y más justo tenía que continuar.

Pedro se creció, en vez de quitarse, la tragedia lo motivó aún más en su lucha para atajar la criminalidad. Se enfocó en que cada día de su desempeño como Secretario de Justicia tenían que ser menos las familias que se enfrentaran a tanto dolor.

Bajo su dirección el Departamento de Justicia tuvo su mayor productividad, con más del 96% de convicciones en los tribunales, aumentando en 400% los referidos atendidos de la Contralor, en 50% los referidos al Panel del FEI, y procesando a legisladores de ambos partidos por casos de empleados fantasma. No quedó querella alguna ante Justicia que no se atendiera debidamente. La Contralora Ileana Colón Carlo y el Fiscal General Pedro Gerónimo Goyco, que no eran del PNP, elogiaron su labor. Además, fue Pedro quien comenzó los acuerdos de colaboración con la Fiscalía Federal, que tanto han significado para nuestra seguridad en la lucha contra el crimen y la corrupción. Así es Pedro. Los retos lo motivan a lograr grandes resultados.

Aún hoy, más de 25 años después, vive su vida con mucha intensidad y en cada momento importante, si tiene un papel en frente, encontrarás las iniciales J.J. en una esquinita. En cada debate, ante cada reto, la memoria de José Jaime siempre está presente, impulsándolo hacia adelante.

Les cuento esta historia porque somos muchos los que hemos perdido seres queridos por la violencia en Puerto Rico, por desastres naturales y la falta de respuesta rápida, por acceso inadecuado a la salud o por la pandemia. Somos muchos los que hemos tenido momentos de desolación donde se nos puede hacer difícil mantener la esperanza.

Escribo esto porque sé lo que Pedro puede dar. Tiene experiencia probada, porque lo hizo ya como Secretario de Justicia y porque nos defendió ante el Congreso como Comisionado Residente con el mismo empeño. Incluso, sus pares lo nombraron al Comité de Ética por su honradez, rectitud y credibilidad. Y lo más importante, porque estuvo dispuesto a ayudar a Puerto Rico en el verano más fuerte de nuestra historia. Es un hombre que tanto en su vida personal como en la profesional, siempre da un paso hacia al frente, cuando otros se echan hacia atrás.

Como hermana soy testigo de su calidad como ser humano, hijo, padre, tío y abuelo. Como mujer puertorriqueña y profesional reconozco en él ese líder que Puerto Rico necesita para salir hacia adelante, para creer en el potencial de nuestra gente, para darnos un futuro de obra y de resultados que nos provea calidad de vida, seguridad, progreso y mantenga a nuestras familias unidas con la Igualdad.

Vamos a apostar a Puerto Rico y a votar por el gobierno de excelencia que merecemos. Por ti, por tu familia, por Puerto Rico, vota por la persona que lo hará posible.

¡Vota por Pedro Pierluisi!

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