Canas
La artista plástica Lilliam Nieves destaca que "se nos ha metido en la cabeza que envejecer es una tragedia, un pecado y una maldición".
La acción de mirarnos al espejo se ve fragmentada en estos días más que nunca si tomamos en cuenta el aislamiento que se ha sumado a nuestras vidas. Este apartamiento social ha colocado en pausa nuestro ya débil rejuvenecimiento psicológico y emocional. Es totalmente complicado vivir con tantos acontecimientos no deseados que hacen que nuestra disponibilidad para hacernos uno que otro retoque tan necesarios para algunas, indispensable para otras, se vuelvan una preocupación más; entiéndase, retoques de esos de establecimiento de belleza estética o lugares de antienvejecimiento “autorizados”.
No malinterpreten a esta artista, que trabaja con los temas que abarcan y/o se relacionan con los de la biopolítica/constructo de la belleza. No la estigmaticen por su ironía o los comentarios que esta identifica como excesos. Hablar de los mecanismos que dictan la belleza no siempre trae o brinda soluciones inmediatas, somos seres inexplicablemente complejos y sencillos a la misma vez.
Uno entre muchos de los aspectos que se podrían mencionar seria uno mas de esos tan comunes; el tema del crecimiento cabelludo, o sea, las susodichas raíces.
Esos centímetros de evidencia que salen y muestran una naturaleza distinta. Son pequeñas medidas de crecimiento que se torna en todo un ataque de ansiedad, locura, histeria, a tal grado que los "selfies" han mermado.
Mientras, en las redes sociales han mermado los autorretratos durante la cuarentena, otros fenómenos están proliferando; "challenges" en los que se muestra el pelo rizo cepillado y uno que otro "live" de cómo resolver tus greñas hasta que estén disponibles los servicios estéticos.
Desde hace unos años está latente la tendencia de mostrar las canas con orgullo, hasta se ha visto como jóvenes se pintan el pelo gris para tener algo cercano a las canas. Dicen, bueno mas bien decían, que las canas son símbolo de sabiduría.
Las canas son un efecto natural del cuerpo que se debe respetar. Las canas son ese pasar del tiempo que te dice cuánto has caminado por la vida, te distingue, te orienta hacia donde vas, te da ese otro color natural para que te distingas; instiga conversaciones familiares, de cuando a mama le salieron las canas, cuando se le cubrió su cabecita de algodón y nos trae a la mente muchísimos sentimientos de nostalgias, de nuestros viejos, viejos que nos amaron, nos mimaron y nos acompañan siempre en nuestros corazones. Esta es una de las razones por las cuales defiendo las canas.
Sin embargo, ahora en la cuarentena, el que juzgó y destrozó el autoestima de una amistad o familiar por el mero hecho de lucirlas debe estar trepando paredes por el mero hecho de no poder lograr el tan ansiado retoque.
Dice en Proverbios 16:31: “La cabeza canosa es corona de gloria, y se encuentra en el camino de la justicia.” Y llevamos demasiado tiempo matando esa justicia, impidiendo que la vejez en las mujeres sea justa. Y se nos ha metido en la cabeza que envejecer es una tragedia, un pecado y una maldición.
“No hay que olvidar que pese a los avances, vivimos en una sociedad patriarcal en la que hay una doble vara de medir, donde un hombre con canas es atractivo y una mujer con canas, una descuidada”. -Anna Freixas
Libérate, crece en paz, edúcate, piensa con la cabeza y sentido común, no con el que dirán y dicen en las revistas. No hagas caso de programas chabacanos que critican hasta cómo estornuda la celebridad. Eso es lo mismo que meterte veneno diario y constante.
Debemos hacer las paces con el pasar del tiempo en nuestro cuerpo, crear un espíritu fuerte, de este modo nada ni nadie podrá decir lo contrario. Las canas son canas, son como lágrimas navideñas… ¿recuerdos no? Pues que sean recuerdos de tus andares y aventuras en tu vida. Ahora más que nunca, debemos cuidarnos y no envenenarnos. Libérate del tinte, que se posa en tus sienes, coloca el tinte en tus travesuras, escribe con tinta tus días, vive al máximo sin hacerle mal al planeta ni a ti mismx.
La autora es artista, escritora, escultora y fotógrafa graduada de la Escuela de Artes Plásticas con un bachillerato en Bellas Artes y una maestría en Bellas Artes del Danube-Universität Krems, Transart Institute (Austria / Berlin / New York).