La comunicadora Josette Pagán relata cómo COVID-19 nos ha obligado a repensar qué, cómo, cuándo, por qué y con quién hacemos las cosas en nuestro diario vivir.

Todo el mundo me conoce por Truquitos Caseros, pero los que me conocen profesionalmente saben que hago mucho más. Yo digo que me dedico a resolver problemas y a hacer sueños realidad. Algunos colegas me dicen que tengo un doctorado en “GSD”, pero eso es tema para otro escrito.

La vida me ha puesto muchos escenarios difíciles, al igual que a todos. Les cuento que durante uno de los momentos más difíciles de mi vida nació Truquitos Caseros, un proyecto de vida que amo y mediante el cual contribuyo a mejorar la calidad de vida de todos, de manera responsable.

A través de mis Truquitos Caseros comparto soluciones prácticas y efectivas para situaciones de la vida diaria relacionadas a la salud, la belleza y el medioambiente u hogar con elementos que están a nuestro alcance. En momentos de crisis tenemos que resolver con lo que tenemos accesible – definitivamente este es un momento perfecto para integrar los Truquitos Caseros. Lo curioso es que muchas veces la solución a nuestros problemas está al alcance de nuestras manos, pero no nos damos cuenta.

En cada situación de crisis tenemos dos alternativas: limitarnos a enfocarnos en el lado negativo de la situación y quejarnos, o darnos la oportunidad de enfocarnos en lo positivo y abrirnos a nuevas oportunidades; así como el fénix renace de las cenizas.

Nuestras actitudes y acciones dependen siempre de una decisión personal. Nadie puede pensar por uno. Cada quien es responsable de tomar la decisión de ahogarse en un vaso de agua o de echar pa’lante y hacer una limonada con limones.

En estas semanas de cuarentena global hemos aprendido, ante todo, el valor de la vida, de la salud y lo importante que es el contacto físico para el ser humano.

Todos los habitantes del planeta (que se está haciendo sentir a todos los niveles) nos hemos visto impactados por este virus COVID-19.

Algunos nos hemos mantenido trabajando sin parar para aportar y contribuir de diferentes maneras al manejo, el control y la solución de la pandemia, y otros han tenido la oportunidad de quedarse en casa y descansar u ocuparse “full time” de la familia.

Muchos han aprovechado el tiempo para limpiar, recoger, reorganizar y hacer la resaca de las cosas no necesarias. ¡Y qué muchas cosas tenemos que no necesitamos!

La realidad es que todos tenemos que afrontar una nueva realidad. No hay de otra. Y me pregunto, ¿vas a ser del grupo que se sienta a quejarse y enfocarse en lo negativo o de los que abraza la oportunidad de lanzarse a hacer algo nuevo y positivo, y hacer la diferencia?

Ahora bien, esto se pone interesante… porque esa misma limpieza y resaca externa hay que hacerla también internamente. Este es el momento perfecto para hacer una introspección interna profunda.

La crisis nos impulsa a botar lo que no necesitamos, a ver las cosas de otro punto de vista y a dar un giro de 180 grados, quizás porque no nos queda otra alternativa. Es por esto que, por lo general, en los momentos difíciles o “cuando nos sacan la alfombra del piso” nacen los proyectos más grandes, gratificantes y exitosos.

Un elemento clave para lograr esa transformación interna es tener atención plena, consciente y clara, o ser “mindful”.

“Mindfulness” es la práctica de mantener un estado de conciencia presente y lleno, viviendo y disfrutando las experiencias y cada momento al máximo. Es lo contrario a ser “mind-full”, que significa que tienes la mente nublada, agobiada y llena de pensamientos que no llevan a nada. Me viene a la mente una de mis frases favoritas del reconocido Dr. Joe Dispenza: “Si queremos cambiar algún aspecto de nuestra realidad tenemos que pensar, sentir y actuar de nuevas formas, tenemos que ser distintos en cuanto a cómo respondemos a las experiencias. Si deseas obtener un nuevo resultado, debes suprimir el hábito de ser el mismo de siempre (reaccionar igual), y reinventarte”.

COVID-19 nos ha obligado a repensar qué, cómo, cuándo, por qué y con quién hacemos las cosas. Ahora mismo tienes una oportunidad para tomar una decisión consciente de tu vida y hacia dónde la diriges.

Solo uno tiene injerencia en lo que piensa, por qué lo piensa y lo que hace con ese pensamiento. Este es el momento perfecto para dejar en el pasado el agobio mental lleno de vacío. Despide de tu vida al comité de saboteo mental que te hace ahogarte en pensamientos que no te aportan nada y te lleva a dudar de tus capacidades para lograr los sueños y las metas que más anhelas. Comienza a ser presente y consciente, tomando acciones que aporten a tu vida, a tu calidad de persona, y a servir y dar lo mejor de ti.

Un área en particular en la que podemos comenzar a practicar el ser conscientes - y que requiere de una limpieza total para el bienestar y la salud mental de todos - son, nada más y nada menos, que las comunicaciones.

Al igual que dicen que somos lo que comemos, nuestra mente procesa todo lo que leemos y aprendemos. Como comunicadora y estratega empresarial trabajando manejos de crisis por varias décadas (así como ayudo a resolver problemas con los Truquitos Caseros - pero a otro nivel), pienso que la pandemia de desinformación que inunda las redes sociales y los medios en estos momentos es tan alarmante como la del mismo COVID-19.

Recientemente comenté sobre este tema en el webinar “Fuentes de Información Confiables en Tiempos de Crisis: COVID-19” que tuve el honor de ofrecer junto a la Dra. Antonia Novello para Impactivo Consulting.

Las barbaridades e ingenios que he leído en las pasadas semanas son tan espeluznantes que servirían de contenido para las mejores películas surrealistas. Esta es un área en la que todos podemos aportar y hacer la diferencia. Hay que poner un alto a “darle share” a información falsa que no aporta nada y que, por el contrario y por desconocimiento, puede ocasionar daños a otras personas.

Como regla inquebrantable, si se va a compartir alguna información, debemos ser responsables, verificar y asegurarnos de que la fuente de esa información es confiable. Recientemente recibí una información “para compartir” sobre un supuesto científico que había “probado en un estudio” que al pasarse blower por el cuerpo, el calor mataba el virus COVID-19. Peroooo, ¿en seriiioooooo? De todas maneras investigué sobre el escrito y, como me imaginaba, resultaba ser una información falsa.

¿Cuántos mensajes recibimos diariamente con información que alguien se sacó “de la manga productions” o ha sido tergiversada? Por favor, NO compartas información que no sabes si es verdad y no puedes comprobarla. Busca la fuente de información y si no existe o no puedes confirmar la información, sé consciente: practica el “mindfulness” y dale stop al share.

Tengo que decirles que cuando comunico mis Truquitos Caseros, para mi es fundamental asegurarme de que la información que comparto es certera y que hay estudios que la comprueban y sustentan, porque tengo esa responsabilidad e integridad conmigo misma y con mis lectores y seguidores.

Te invito a aprovechar esta oportunidad para invertir tu tiempo para sentarte y conversar contigo mismo, con lápiz y papel en mano. Escribe esa lista de metas y sueños que sigues posponiendo con mil excusas o has dejado en el clóset del olvido. Date la oportunidad de dejar el pasado atrás, vivir el presente y forjar tu futuro trazando tu plan, paso a paso, para convertir tus sueños en realidad.

Roma no se hizo en un día. Si te lo propones y te enfocas de manera consciente, puedes lograr todas tus metas - y otras que jamás hubieras imaginado. Como dice Papá Jaime Jaramillo: “Todo lo que has vivido es parte de tu pasado; abre tus alas al cambio y arriésgate a volar tan alto que el cielo se hará pequeño para ti”.

Recuerda que nada es permanente, todo pasa. Sin embargo, lo escrito se queda para siempre. Así que entre Truquitos Caseros, conciencia plena y buenas comunicaciones, vamos a pasar esta crisis y convertirnos en mejores personas. Sin lugar a dudas, #estevirusloparamosnosotros.

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