Miércoles, 7 de diciembre de 2011 – El ataque a Pearl Harbor coduce al abismo moral y a la esperanza de conciencias redentoras.

‘Los crímenes de los pueblos deben tener su castigo, lo mismo que los crímenes de los hombres.’

-Ramón Emeterio Betances

‘Un pueblo con dignidad no puede vivir asustado de sus propios derechos morales.’

-Luis Muñoz Marín

Un día como hoy, hace 70 años, las Fuerzas Naval y Aérea del ‘Imperio del Eterno Sol’, Japón, atacaron las instalaciones de la Armada de Estados Unidos en Pearl Harbor, la bahía principal del archipiélago de Hawaii.

El líder militar de mayor influencia y poder en la Administración Roosevelt se encontraba como embajador ante la Francia Vichy en Europa y el Norte de África luego de servir como Gobernador de Puerto Rico: William D. Leahy. Justo antes de enviarlo a Puerto Rico con la intención de gestionar la construcción de las instalaciones militares aquí, el Presidente Franklin Delano Roosevelt le dijo al Almirante William Leahy (primer Almirante en obtener el rango de cinco estrellas)

‘Bill, if we have a war, you’re going to be right back here helping me run it.’

Aquel 7 de diciembre de 1941, comenzaría dicha guerra que eventualmente llevaría a que el sucesor de Franklin Roosevelt, Harry S Truman, decidiera utilizar la bomba atómica en contra de Japón al lanzar sendas armas nucleares sobre las poblaciones civiles viviendo en las respectivas ciudades ubicadas en las inmediaciones de las bahías de Hiroshima y Nagasaki

A raíz de dicho acto, Don Pedro Albizu Campos denuncia una nación cuyo Presidente ‘decreta la muerte de 250,000 inocentes con una bomba atómica, dice que ese país es un país sin consciencia, y sin responsabilidad ante la historia del hombre’, dirigido por una ‘minoría satánica armada de los grandes recursos técnicos en la idolatría de la máquina y que cada día se va volviendo más impersonal porque cada día el maquinismo se le va metiendo más en el esqueleto y cada día es más brutal.’

Hoy, en ocasión del 70 aniversario del ataque a Pearl Harbor, vale tener presente cómo el pasar del tiempo aparenta darle cada vez más la razón a las advertencias y reivindicaciones de nuestra dignidad que hizo don Pedro Albizu Campos varias décadas antes de que otros hicieran pública (o se publicara) su opinión sobre las acciones que le costaron la vida a cientos de miles de seres humanos inocentes:

‘Once it had been tested, President Truman faced the decision as to whether to use it. He did not like the idea, but he was persuaded that it would shorten the war against Japan and save American lives. It is my opinion that the use of this barbarous weapon at Hiroshima and Nagasaki was of no material assistance in our war against Japan. The Japanese were already defeated and ready to surrender because of the effective sea blockade and the successful bombing with conventional weapons… My own feeling was that in being the first to use it, we had adopted an ethical standard common to the barbarians of the Dark Ages. I was not taught to make wars in that fashion, and that wars cannot be won by destroying women and children.’

-Almirante William D. Leahy

‘No podemos destruir almas para producir tuercas y tornillos.’

-Luis Ferré

Para más información histórica, sigue a Hans Perl Matanzo y a Ana Gabriela González Oliva en Rico Puerto Rico.