La presidenta del Tribunal Supremo, Liana Fiol Matta, envió el jueves una misiva a todos los jueces y juezas de la Rama Judicial en la cual les pidió comprensión y confianza en medio de la difícil circunstancia que les ha tocado asumir tras el suicidio del juez Jose Ramírez Lluch, aún por esclarecer.

Tras más de una semana en silencio acerca de las alegaciones de una queja de hostigamiento sexual, la Jueza Presidenta quiso brindar un poco de sosiego a la Judicatura y defender también la gestión que tanto ella, como la jefa de la Oficina de Administración de Tribunales (OAT), Isabel Llompart Zeno, están haciendo.

Aludió a las expresiones públicas de dolor, incredulidad y coraje que han hecho tanto fuentes anónimas, como compañeros jueces y juezas, y familiares, para apelar a la comprensión de la Judicatura en la posición delicada en la que se encuentran ambas.

En una parte del texto, Fiol Matta parecería referirse a las expresiones esta semana del hermano del juez, el Dr. Norman Ramírez Lluch, quien pidió que se dijera toda la verdad sobre el proceso disciplinario que supuestamente enfrentaba el juez al momento de su muerte, y quien describió la muerte de su hermano como parte de una jugada de ajedrez en la que era necesario eliminarlo como pieza del tablero.

‘[S]on de esperarse las muestras y expresiones públicas de dolor, incredulidad y coraje que han exhibido muchas personas en esta delicada etapa del proceso natural de la conducta humana al asimilar la repentina pérdida de un ser querido’, se limitó a decir la jueza sobre las expresiones públicas del hermano del juez y de otras voces que se han registrado tras el suicidio de Ramírez Lluch la semana pasada.

‘De igual forma, hay que reconocer y respetar el profundo dolor de aquellos que por la responsabilidad de sus cargos no pueden expresar sus sentimientos, por el contrario tienen que continuar velando por los derechos de todos los empleados, por la confidencialidad y la integridad de los procesos administrativos, además de garantizar la continuación de servicios al pueblo’, añadió de inmediato en aparente justificación por el hermetismo que ha mantenido Llompart.

Sin referirse directamente a la queja, explicó que el silencio de la OAT se debe a que como administradoras tienen el deber de velar por ‘los derechos de todos los empleados, así como por la confidencialidad e integridad de los procesos administrativos’.

‘En estos momentos tan difíciles todas nuestras acciones son guiadas por el compromiso con nuestros deberes administrativos, por el mayor apego a los valores éticos y por el deber moral de proteger el honor y la independencia de todos y cada uno de nuestros jueces y juezas’, indicó.

Para la relacionista profesional Sandra Rodríguez Cotto, quien mantiene el blog En Blanco y Negro en NotiCel, la carta de Fiol Matta llega muy tarde para atender los problemas de legitimidad e imagen que se ha provocado la Rama Judicial por su respuesta en este suceso.

‘Las primeras 24 horas luego de que sucede un acto o incidente crítico como fue la muerte del reconocido juez, hay que dar cara y contestar las interrogantes del pueblo a través de la prensa. En el caso de la Judicatura, todavía al día de hoy guardan silencio. El otro error básico es que la comunicación hacia toda la Rama Judicial se ha dado casi una semana después de la muerte de Ramírez Lluch, lo que ya muchos catalogan como una acción tardía’, argumentó.