Iris Pacheco, madre de la bailarina desaparecida Yexeira Torres, reclamó hoy frente al tribunal de Carolina, justicia para su hija junto a familiares y amistades y expresó su oposición a que se le reduzca la fianza a Roberto Quiñones, sospechoso de la desaparición. Su reclamo fue escuchado.

Esta tarde Quiñones fue ingresado en la cárcel de Bayamón después de se encontrara causa para juicio en la vista preliminar por cargos no relacionados a la desaparición de Yexeira, sino por falsificación de documentos, por tener un marbete falso en su vehículo y por apropiación ilegal de fondos públicos por tener un chaleco antibalas de la Policía.

El juicio quedó pautado para el 21 de febrero de 2012 y la vista de rebaja de fianza quedó pautada para el próximo 18 de enero.

Pacheco se mostró complacida con el resultado de la vista en declaraciones a Noticentro a su salida del tribunal.

‘Está donde tiene que estar’, afirmó en referencia a su ingreso a prisión.

Pacheco estuvo en las afueras del tribunal durante la vista exigiendo justicia para su hija.

‘Estamos aquí para pedir justicia para Yexeira y decir basta ya al silencio de Roberto Quiñones. Él es la única persona que me puede decir dónde está mi hija Yexeira’, dijo Pacheco a NotiCel.

‘Nos oponemos a que se le haga una rebaja de fianza a Roberto Quiñones porque para él estar aquí tuvo que ser extraditado, venía con una identificación falsa. Eso denota que en Roberto Quiñones no se puede confiar. Roberto Quiñones es culpable de la desaparición de mi hija Yexeira’, sostuvo previo a la desenlace de la vista.

Pacheco entró brevemente a la sala del tribunal carolinense, donde pudo ver a Quiñones uniformado como preso y esposado de manos y pies.

‘Sí, pude verlo brevemente. Sentí tristeza porque lo vi y porque él es la única persona que sabe dónde está Yexeira y pensé en ella’, dijo con notable tristeza.

Iris Pacheco. (Manuel Ernesto Rivera/NotiCel)

La bailarina de Miguelito está desaparecida desde el 24 de octubre y, desde entonces, Pacheco reclama que Quiñones hable.

‘Yo tengo la confianza que si todo ser humano tiene conciencia, Roberto no sea la excepción’, indicó.

‘Todo lo que ha salido es Yexeira Torres Pacheco’, dijo Patricia Miranda, abogada defensora de Quiñones, durante el receso de almuerzo.

Víctor Torres, padre de Yexeira, estuvo presente en la audiencia judicial, pero no emitió comentarios.

A preguntas de la fiscal Ileana Espada, la agente Lorimar Aquino, primera testigo, declaró que el 24 de octubre recibió una llamada de la madre de la bailarina reportándola como desparecida y que la jóven la llamó por última vez cuando iba en ruta hacia Bayamón con el imputado.

‘La joven estaba en ese vehículo (la última vez que se supo de ella)’, indicó la agente.

La agente testificó sobre el marbete falso que le incautaron a Quiñones en su guagua Ford blanca, ocupada por la Policía como parte de la investigación sobre la desaparición de Yexeira.

‘El marbete ‘fake’ estaba adherido al cristal de la guagua Ford’, destacó la testigo.

En esa guagua también se encontró sangre que es compatible con el ADN de la joven, aunque ese detalle no fue parte del interrogatorio.

La agente Aquino testificó, además, que el día que le ocuparon la guagua a Quiñones se fijó que había un llavero azul de unos almacenes en Carolina y que, luego de obtener una orden de allanamiento, fue donde se ocupó el chaleco antibalas, propiedad de la Policía y que Quiñones presuntamente no entregó tras ser expulsado de la fuerza en el 2004.

De acuerdo con la testigo, Quiñones trabajó en varias unidades de la Uniformada y la última fue en la División de Operaciones Tácticas de Carolina.

‘Eso no es verdad, la última fue en Bayamón Norte’, le dijo Quiñones a su abogada según pudo escuchar y ver NotiCel por la cercanía del banco de prensa al escritorio donde estaban sentados el imputado y su abogada.

En el almacén también se ocuparon celulares, una cámara y un peine de rifle, entre otros artículos, dijo Aquino.

A preguntas de la fiscal Espada, Aquino concluyó su testimonio señalando que la querella sobre la desaparición de la joven bailarina está ‘en curso’, es decir, que todavía no se ha cerrado el caso.