Cuatro camiones fueron incendiados por al menos una quincena de desconocidos que los interceptaron en la sureña región de La Araucanía, mientras circulaban por la principal carretera de Chile que une el país de norte a sur, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.

Los atacantes, que levantaron barricadas en la carretera para detener los vehículos, amenazaron a los conductores con armas de fuego y disparos al aire para obligarlos a descender, dijo a los periodistas el teniente coronel Juan Baeza, prefecto de Carabineros de la provincia de Malleco.

Después, los sujetos golpearon con culatas de escopetas, pies y puños a los conductores, rociaron con combustible las cabinas de los camiones y las quemaron, añadió.

El fiscal a cargo del caso, Héctor Leiva, señaló que ‘un grupo de sujetos colocaron algunos elementos como barricadas interrumpiendo el tránsito en la ruta’ y añadió que la fiscalía trabaja para determinar los responsables del hecho.

El incidente ocurrió en las cercanías de la localidad de Ercilla, a 570 kilómetros de Santiago, que ha sido el foco de frecuentes hechos de violencia enmarcados en el llamado conflicto mapuche, que agita la región desde hace varios años.

La policía dijo que en lugar del ataque se encontraron ‘dos trozos de telas alusivas a los conflictos étnicos’.

El conflicto surgió por las demandas de algunas comunidades mapuches de que les sean devueltas tierras que consideran ancestrales y que actualmente están en manos de empresas agrícolas o forestales y ha costado la vida de varios comuneros indígenas, policías y agricultores.

Asimismo, varias decenas de comuneros han sido procesados y condenados por ataques incendiarios contra predios agrícolas, maquinarias, bosques, vehículos y otros bienes.

Tras el ataque de la pasada noche, la ruta permaneció cortada durante más de una hora en ambos sentidos, lo que generó un atasco de varios kilómetros, principalmente de autobuses interurbanos y camiones.

En el sector, debido a los frecuentes incidentes que se producen, hay instaladas cámaras de vigilancia que, sin embargo, no estaban operativas en el momento del ataque, del que no quedaron registros.