El superintendente de la Policía, Jose Caldero y el director del Negociado Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en ingles) en Puerto Rico, Carlos Cases anunciaron el lunes un acuerdo de colaboración que ya se puso en vigor, en el que se les otorga la potestad a las autoridades federales de poder intervenir e investigar casos criminales de robo domiciliario, entre ellos los relacionados con comerciantes, los que involucre hurtos de automóviles (carjacking) y donde medie el uso de un arma de fuego.

De acuerdo a Caldero López, la Policía va intercambiar información con las autoridades federales sobre todos los casos que se están investigando de este año, ‘para delinear las responsabilidades de cada agencia, y seguir trabajando en colaboración’.

Este destacó que en lo que va de año ya se han reportado 470 robos domiciliarios, lo que muestra un incremento de 108 casos al comparar con el año pasado. No obstante, la tasa de esclarecimiento es de apenas un 42%.

Con el acuerdo, el FBI podrá ayudar a la Uniformada en la etapa investigativa del caso, aunque finalmente decidan no asumir jurisdicción. Y la Policía puede asistir al FBI aunque no asuman custodia de la pesquisa.

Sin embargo, Caldero López, negó este acuerdo se dé porque la Policía no esté haciendo su trabajo investigativo o no cuente con los recursos necesarios o no reciba el mejor adiestramiento.

‘Nosotros entendemos que tenemos los suficientes recursos para trabajar estos casos. Lo que estamos haciendo es un acuerdo de colaboración para traer otras asistencias más para esclarecer los mismos’, puntualizó.

Entretanto, se explicó que la Ley federal Hobbs, da espacio de intervención, indistintamente en donde al comerciante le robaron el dinero ganado por su negocio, y aun si es una actividad ilícita como el narcotráfico.