Los portones de la sede del Colegio de Abogados en Miramar amanecieron hoy encadenados, lo que impidió que los empleados pudieran ingresar a su centro de trabajo en la mañana.

La situación fue identificada a eso de las 7:30 de la mañana, cuando uno de los empleados de mantenimiento, al tratar de entrar a los predios de la entidad, encontró que los tres portones de acceso tenían cadenas y candados para impedir la entrada.

‘Inmediatamente nos dimos a la tarea de cortar esas cadenas, del mismo modo que en otras ocasiones hemos podido cortar los impedimentos que los enemigos del Colegio nos han querido imponer para que no podamos continuar nuestro trabajo’, indicó el presidente de la institución, Osvaldo Toledo.

Ante la acción, Toledo expresó que ‘los vándalos que realizaron esto, ya sea por inspiración propia o enviados por alguien que pretende dar un mensaje al Colegio, se equivocaron de estrategia: el Colegio de Abogados de Puerto Rico sigue y seguirá abierto, tanto física como simbólicamente, para sus integrantes y para el pueblo de Puerto Rico’.

‘Si con este acto vandálico pretenden comunicar que el Colegio está cerrado o que cerrará, que nuestros abogados y abogadas no deberán o no podrán entrar a nuestra sede, que toda aquella persona que necesite recurrir a nosotros encontrará el Colegio cerrado, están picando fuera del hoyo. Ahora mismo todo el Colegio está enfrascado en organizar nuestra próxima Convención Anual, que se llevará a cabo en septiembre, y no hay nada ni nadie que detenga el paso del Colegio de Abogados’, apuntó Toledo.

Consideró además, que ‘aquellos que también piensen que esas cadenas puedan simbolizar una especie de desahucio porque les gustaría apropiarse del lote del Colegio para convertirlo en un casino o construir un condominio, están también desubicados y les recomendamos que miren para otra parte’.

El presidente del CAPR dijo que ya se presentó una querella sobre el suceso y que en estos momentos la Policía de Puerto Rico está en la sede para revisar los portones y las grabaciones de las cámaras de seguridad de la institución, que funcionan 24 horas al día los siete días de la semana.