Simultáneamente cientos de personas se manifestaban frente al Capitolio exigiendo la cancelación del contrato.

El presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y de Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, exigió a la Cámara de Representantes que se declare nulo el contrato con LUMA Energy, al describir que «contraviene la ley, la moral, y el orden público de Puerto Rico» y que también afectaría negativamente a sobre 60 mil personas de manera directa.

“Luma Energy no será responsable ante el pueblo de Puerto Rico y no garantizará nada a cambio de sus honorarios. Al ser una parte privada, tomará decisiones de política pública y manejará los 14 mil millones de dólares en fondos federales que se asignarán Puerto Rico a su propia discreción y conveniencia”, expuso Figueroa Jaramillo en una vista pública que investiga dicho contrato.

Además, como parte de su ponencia, el Presidente de la UTIER presentó un estudio realizado por el Centro para la Nueva Economía (CNE) que encontró múltiples problemas en este contrato. Mientras presentaba su ponencia decenas de miembros de la UTIER se manifestaban en las afueras del Capitolio.

“Si bien estamos a favor de la transformación radical de la AEE, si ese acuerdo no se puede corregir de manera oportuna, solo podemos recomendarles a las partes que regresen a la mesa de negociación y lo intenten nuevamente”, concluyó el estudio.

Incluso, el presidente de la Comisión de Desarrollo Económico, Planificación, y Telecomunicaciones, el representante Luis Raúl Torres Cruz dijo que a él le gustaría comenzar el contrato desde cero, pero depende mucho del gobernador, Pedro Pierluisi.

Asimismo, The Institute for Energy and Financial Analysis (IEEFA) llegó a la misma conclusión: el contrato tiene irregularidades que pueden contribuir al fracaso de una red de energía eléctrica segura.

“La iniciativa de transformación ideada por la AEE va en camino de no generar ahorros, exacerbar su endeudamiento, debilitar su mano de obra y desviar la atención de las iniciativas de energía renovable, todo ello al mismo tiempo que permite que LUMA accedan los casi 10 mil millones de dólares de los futuros fondos federales para la reconstrucción del sistema”, expuso IEEFA.

Pierluisi Urrutia, en cambio, ha reiterado en varias ocasiones que no eliminará el contrato.

Empleados de la AEE pueden perder sus beneficios al trabajar para LUMA

Posteriormente, el Presidente de la UTIER recalcó que el contrato no respeta los derechos de los trabajadores conforme a los convenios colectivos. Ya que el contrato no especifica que asumirá las obligaciones de los convenios colectivos.

“Cualquier empleado de la AEE que decida ir a trabajar con LUMA Energy perderá su antigüedad y clasificación ocupacional, pues tendría que renunciar al empleo y el contrato no reconoce ninguno de estos derechos”, explicó Figueroa Jaramillo.

“¿Quién en su sano juicio va a dejar abandonados todos sus derechos laborales y saltar al vacío e incertidumbre que representa LUMA Energy”, cuestionó el presidente de la UTIER?

LUMA Energy se haría cargo de las operaciones de la AEE sin invertir un centavo en la AEE o en Puerto Rico. Además, cobrará una tarifa de 125 millones de dólares y administrará 14 mil millones de dólares en fondos federales.

“Esto no es transformación; esto es un despilfarro de fondos públicos que no sirve a los mejores intereses del pueblo de Puerto Rico. Ante esto, este contrato debe cancelarse y declararse nulo. Un contrato nulo no genera derechos ni obligaciones y obliga a la devolución de las prestaciones”, expresó Figueroa Jaramillo.

Con una declaración de nulidad, LUMA Energy estaría obligada a devolver más de 90 millones de dólares.