El expresidente chileno Sebastián Piñera (2010-2014) dijo hoy que Puerto Rico necesita una contundente reforma tributaria para enderezar las cuentas públicas del Estado Libre Asociado, que atraviesa una complicada situación de liquidez.

Piñera, que la próxima semana participará en el foro económico Puerto Rico Investment Summit que se celebrará en San Juan para promover a la isla como destino de inversión, dijo en una entrevista telefónica con Efe que piensa abordar personalmente ese asunto con legisladores de la isla caribeña.

El también empresario y profesor universitario de Economía dijo que está al tanto del reciente rechazo por parte del Legislativo a la propuesta del Gobierno que encabeza Alejandro García Padilla de implementar una reforma tributaria que gira alrededor de un Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) al 16 %.

El Gobierno puertorriqueño contaba con la recaudación prevista en el IVA para cuadrar el próximo presupuesto que entrará en vigor el próximo 1 de julio, pero el rechazo al proyecto provocó el anuncio de García Padilla de recortes masivos para mantener operativas las instituciones gubernamentales.

Anoche, y tras muchas horas de reunión, el gobernador logró un acuerdo con los legisladores de su partido – que aún debe ser aprobado en las cámaras legislativas – para impulsar una subida del actual Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) del 7 al 11.5 % e imponer un IVA del 4 % a los servicios que ahora está exentos de tributación.

También acordaron que en un plazo de nueve meses el IVU se transformará en un IVA del 10.5 %, una medida a medio camino de lo que buscaba el gobernador y que seguirá obligando a aplicar importantes recortes si se quiere pagar la deuda contraída con los inversores.

A ningún Gobierno le gusta subir los impuestos, aunque a veces se trate de una medida ‘tan dolorosa como necesaria. A veces hay que ir al quirófano aunque no se quiera’, dijo, tras defender que es mejor recaudar con un impuesto que grave al consumo que recurrir a tributos directos que podrían afectar a la inversión.

‘Gran amante de Puerto Rico y su historia’, Piñera subrayó que no se siente en la posición de dar consejos a nadie, pero que a la hora de afrontar medidas para mejorar la situación económica de un país las fórmulas suelen ser casi siempre las mismas: ‘Por ejemplo, hay que controlar el gasto’.

‘Chile y Puerto Rico son distintos, pero las reglas económicas son las mismas. Para crecer hay que poner en marcha un proyecto común en el que todos los ciudadanos piensen que van a salir beneficiados’, defendió.

Piñera es optimista sobre el futuro de Puerto Rico, ‘un territorio lleno de oportunidades, bilingüe, con una población educada y un potencial gigantesco’, aunque insistió en la necesidad de tomar medidas ‘serias’ para superar la crisis que azota a la isla desde hace nueve años.

Para ello, abogó por diversificar la economía hacia nuevos sectores económicos y prestar especial atención al turismo, que a su juicio tiene un potencial espectacular por la belleza de las playas de la isla y su buen clima durante todo el año.

En ese sentido, defendió que Puerto Rico tiene una ventaja sobre sus competidores regionales: su gran oferta cultural, resultado de una gran historia que dijo haber estudiado y conocer bien.