Fue excarcelado en lo que se dilucida su apelación

El exsenador Abel Nazario ya se encuentra en Puerto Rico tras haber sido excarcelado de una institución federal en Georgia en lo que se dilucida la apelación de su sentencia.

El pasado 9 de agosto, el juez federal Joseph N. Laplante concedió la solicitud del exsenador para ser excarcelado y permanecer en libertad mientras se tramita la apelación de su condena por mentir con relación al uso de fondos federales en el municipio de Yauco cuando era su alcalde.

Con esta decisión, Nazario Quiñones cumple con unos dos meses y medio de la sentencia de 18 meses de cárcel que Laplante le impuso el 19 de marzo pasado. El exsenador se entregó a fines de mayo en la institución penal de Jesup en Georgia. Además de los 18 meses de cárcel, también se impuso el pago de $19,774.50 para el beneficio de 18 víctimas de los actos del exalcalde y quienes recibirán distintas cantidades, entre $174 a $3704.75.

En una entrevista radial (WKAQ) el exalcalde de Yauco contó que su ingreso a la institución federal, donde estuvo durante dos meses y 17 días, fue un proceso “bien difícil”.

“Es un proceso muy difícil los primeros días. Luego vas conociendo el sistema, te vas adaptando porque tienes que hacerlo, pero no tuve ninguna mala experiencia dramática. Los primeros días son los más difíciles porque, por la cuarentena, pasé 17 días encerrado 23 horas y media con media hora para bañarte y llamar por teléfono a la familia. Es un proceso difícil. Estuve solo en la celda porque para hacer la cuarentena hay que hacerla solo. Es por el covid, para que no vayas a contagiar a nadie adentro”, explicó Nazario.

Al responder qué hacía durante esos días encerrado tanto tiempo, el exsenador dijo que “el primer día mirar pa’l techo y reflexionar. Ya el segundo día me llevaron libros de todo tipo y a leer y leer. En 17 días me leí como 30 o 35 libros”, indicó.

Otra de las cosas a las que tuvo que adaptarse fue a la comida que se sirve.

“Hay arroz con habichuelas, pero son habichuelas negras sin ningún tipo de condimento. En la cuarentena era un tipo de comida y en la institución era otra. Por ejemplo, en la cuarentena los primeros días era un corn flakes sin azúcar con un cartoncito de leche todas las mañanas. Algún tipo de pasta con pan al mediodía y arroz blanco con habichuelas negras con algún tipo de proteína en la tarde. Ya en la institución era diferente, no era algo a lo que uno está acostumbrado, pero era más pasable”, manifestó.

Nazario dijo que el proceso de la apelación no tiene un tiempo fijo. “Las apelaciones toman tiempo. Puede ser un mes, un año, dos o tres. Lo que estamos pidiendo es que termine el proceso y que se limpie mi récord, que es lo más importante. Nada como la libertad, es lo más grande que tiene un ser humano”, reflexionó.

Nazario comenzará a trabajar como vendedor de productos Pharmacy, unos productos “turcos que se venden mucho en Puerto Rico”.

Lea también: Tras dos meses y medio encerrado, juez concede libertad a Abel Nazario