Nueva York.- Fiel al refrán que dice que despues de la tormenta siempre llega la calma, Wall Street vivió este viernes una jornada tranquila y sin grandes sobresaltos un día despues de haber firmado su mayor caída en siete meses por culpa de la Fed.

La principal referencia del parqué neoyorquino, el Dow Jones, cerró con un ascenso del 0,28 % un día después de haber retrocedido con fuerza y perdido más de 350 puntos, con lo que terminó la semana con su peor descenso semanal desde abril.

El selectivo S<><><><><><>&P 500 subió el 0,27 % para cerrar con un descenso acumulado del 2,11 % en los últimos cinco días, mientras que el índice compuesto del mercado Nasdaq se dejó el 0,22 % y terminó con una caída semanal del 1,94 %./p

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Los inversores en Wall Street optaron así por recuperar parte del terreno perdido en las dos sesiones anteriores, después de que el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, abriera la puerta a relajar su política de estímulo monetario a partir de final de año./p

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Los mercados recibieron como un jarro de agua fría el anuncio de la Fed de empezar a moderar el volumen de compra de bonos del país, actualmente en los 85.000 millones de dólares al mes, para concluir de manera progresiva a mediados de 2014./p

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Los operadores neoyorquinos se desmarcaron del pesimismo de sus colegas al otro lado del Atlántico, donde las principales plazas financieras del Viejo Continente cerraron con números rojos: Madrid el -1,56 %; Milán el -1,89 %, Fráncfort el -1,76 % y París el -1,11 %.

La noticia empresarial del día vino de la mano de la tecnológica Oracle, que se desplomó el 9,26 % un día después de decepcionar con sus cuentas, con lo que arrastró al mercado Nasdaq, dominado por los valores tecnológicos.

Los inversionistas también estuvieron pendiente del debut bursátil de la firma tecnológica Gogo Air, el popular proveedor de servicio Wi-Fi de internet a las compañías aéreas, que cayó el 5,8 % tras haber fijado en 17 dólares el precio de sus 11 millones de acciones.

En otros mercados, el oro recuperó parte de las fuertes pérdidas del jueves hasta cerrar en 1.293,10 dólares la onza, el barril de Texas cedió hasta los 93,69 dólares el barril y el euro bajaba frente al dólar.