El Barcelona se salva en la prórroga
El oceno azulgrana se impuso 2-0 al modesto Cornellá en un partido de la Copa del Rey.
CORNELLÁ DE LLOBREGAT - Las advertencias de las eliminaciones del Real Madrid y el Atlético de Madrid no fueron suficientes para que el Barcelona tuviera que esperar hasta la prórroga para que una genialidad del francés Ousmane Dembélé y un gol a puerta vacía del danés martin Braithwaite eliminaran al modesto Cornellá.
En el tiempo extra, el tercero que el conjunto de Ronald Koeman disputó en los últimos ocho días, después de grandes dosis de sufrimiento el Barcelona, logró romper la imbatibilidad en la Copa del Rey de un espectacular Cornellá, verdugo en la ronda precedente del líder de LaLiga Santander, el Atlético de Madrid, y de un heroico Ramón Juan.
Nadie consiguió poseer el dominio del partido en el tramo inicial, como si tratara de una final de Liga de Campeones, y el Barcelona, con el argentino Leo Messi sancionado, no creó peligro significativo en la tierra de Estopa hasta que en el minuto 33 el luso Trincao remató a bote pronto y obligó a lucirse por primera vez al portero local.
Antes, el Cornellà había intentado llegar a la portería de Neto mediante balones aéreos que casi fueron productivos para emular el guion perfecto de su partido ante el Atlético de Madrid. Pol Moreno de cabeza a la salida de un córner en el ecuador del primer tiempo fue quien más cerca estuvo del éxtasis, pero el colegiado Soto Grande anuló la jugada.
También hubiese podido empezar una gesta Ontiveros si su remate de puntera a centro de Guzmán no hubiese sido obstaculizado por el uruguayo Araújo o si Eloy Gila hubiese apuntado mejor su remate de cabeza en el interior del área.
Ronald Koeman dio la titularidad al centrocampista del filial Ilaix Moriba y así hizo debutar con el primer equipo a una de las grandes promesas actuales de La Masia.
Ilaix Moriba, que el martes cumplió 18 años y aún tiene ficha de juvenil, fue renovado en 2019 en edad de cadete con una cláusula de rescisión de 100 millones de euros, demostrando de esta manera el Barcelona que es su gran apuesta de futuro.
El otro futbolista del filial que formó parte del once inicial fue el lateral derecho Óscar Mingueza. Ambos ya habían jugado en el terreno de juego de hierba artificial del Nou Municipal, igual que Riqui Puig y Araujo, quienes también salieron de inicio.
El centrocampista guineano, que fue sustituido en el minuto 74, demostró detalles de calidad, pero poco a poco se fue contagiando del desconcierto general de su equipo.
La historia empezó a formar parte de los guiones enloquecidos de esta edición de la Copa del Rey en el minuto 38, cuando Ramon Juán, de tan solo 21 años y con un casco protector al estilo Petr Cech, paró un penalti a Miralem Pjanic, quien lo lanzó a media altura a la derecha del portero.
Nada hacía pensar que el Cornellá se encuentra en plena mala racha en su grupo de Segunda División B, categoría en la que no gana desde el 21 de noviembre. Desde entonces ha acumulado seis partidos de liga consecutivos sin llevarse la victoria.
Las malas sensaciones con las que el Barcelona llegó al descanso provocaron que Koeman sustituyera a Riqui Puig, amonestado, para dar entrada a Dembélé. El jugador de Matadepera ya fue uno de los señalados el curso pasado después del esperpento de partido del equipo azulgrana en Ibiza en la misma ronda de la Copa del Rey.
Y el toque de atención hizo reaccionar a los azulgranas. Nada más empezar el segundo tiempo Braithwaite hubiese podido poner cordura, pero Ramón Juan decidió que siguiera la locura.
Tampoco Griezmann consiguió inaugurar el marcador poco después al rematar de volea un pase picado de Pjanic. La respuesta del Cornellá no se hizo esperar y llegó en avalancha. Agus Medina disparó desde treinta metros, Neto despejó con dificultades y la segunda jugada acabó con un remate desviado de Eloy Gila desde el interior del área.
El Barcelona tuvo una nueva oportunidad para devolver la normalidad a la Copa del Rey en el minuto 79, con otro penalti a favor. Pero Ramón Juan se convirtió en una estatua del Museo del Louvre y su inmovilidad le permitió rechazar con la pierna derecha el disparo de Dembélé, quien escogió el centro.
De todas maneras, el equipo de Ronald Koeman no se vino abajo moralmente y Braithwaite, Lenglet y Pjanic tuvieron tres maravillosas oportunidades para acabar con el sufrimiento azulgrana, pero la mala puntería de los dos primeros y la intervención providencial de Ramón Juan otra vez en el caso del bosnio mandaron la eliminatoria a la prórroga.
Dembélé, el más imprevisible del Barcelona, le regaló por fin la tranquilidad a su equipo nada más empezar el tiempo extra con un disparo fuerte con su pierna derecha desde el borde del área que se coló por la escuadra izquierda de la portería de Ramón Juan, que llegó a desviar el balón, pero no lo suficiente.
A partir de entonces, el Cornellá acusó el descomunal esfuerzo sostenido por la ilusión y ya no volvió a acercarse con peligro a la portería de Neto. Y, cuando intentó abocarse al ataque con un jugador menos por la expulsión de Estellés en el tramo final de la prórroga, el conjunto azulgrana le apuntilló en un contrataque finalizado por Braithwaite a puerta vacía.
El Barcelona, el Rey de Copas, ya tiene ante sí uno de los caminos más asequibles de las últimas temporadas para levantar una más cuando llegue el buen tiempo.