El recorrido individual de la puertorriqueña Monica Puig fue corto en el Abierto de Australia, donde este miercoles cayó en la segunda ronda contra la kazaja Yaroslava Shvedova por 6-2 y 7-6 (6).

En la pista dos, la cuarta en importancia del complejo de Melbourne Park, donde se disputa el primer Grand Slam de la temporada, y donde hoy la temperatura ha llegado a los 30 grados, Mónica acabó su segunda participación en la capital del estado de Victoria sin sobrepasar la marca del pasado año.

Mónica y Shvedova se conocían perfectamente, no solo porque se han enfrentado una vez de forma oficial, en la final del torneo de Poza Rica, en México de 2012, donde ganó la Kazaja, que esta semana ocupa el puesto 66 del mundo, por 6-1 y 6-2, sino porque este mismo invierno se han entrenado juntas y han disputado partidos en Alicante (España), donde el español Ricardo Sánchez, entrenador de la puertorriqueña, tiene montado su cuartel general y donde la victoria se repartió entre ellas.

'Tengo que aprender a gestionar las derrotas', dijo a EFE la número 60 del mundo, ganadora de los dos últimos Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Mayagüez y Veracruz.

Seria y digiriendo aún la derrota, Monica recordó cómo había logrado superar dos roturas en el segundo set cuando su rival sacó incluso para ganar el partido, y cómo llegó a dominar el desempate por 4-1 y 5-3.

'Creo que ella ha jugado bastante bien durante el partido, yo tuve mis oportunidades pero no las tomé. He competido en cada punto pero las cosas no me salían. Pese a todo seguí pensando que podía dar la vuelta al partido, pero a veces hay una bola que se te va por poco', dijo.

'Cuando cambiamos de cancha, yo tenía el viento en contra y sus tiros venían más rápidos', explicó sobre el 4-2 que desaprovechó. 'Podría haber entrado algo más en la cancha', se lamentó Puig.

'No es cosa mental, es solo que tengo que trabajar esos tiros para que en otros momentos y en otros encuentros pueda hacerlo mejor. No estoy insatisfecha con este encuentro, estoy cerca de donde quiero estar', añadió de forma positiva.

Mónica cree que a pesar de esta derrota el futuro lo tiene más abierto.

'Hay muchas cosas positivas que he sacado para el futuro, y sé que puedo jugar bien en adelante. Puedo imponer mi juego contra las que no tienen mi mismo nivel. En el primer partido (ganó a la australiana Arina Rodionova por 6-0 y 6-3) sí lo hice', explicó.

'También aprendí que cuando las cosas no van a mi manera, hay que seguir luchando y la tortilla puede cambiar, como lo hice en el segundo set. Hoy no era mi idea para ganar, lo acepto y sigo trabajando', añadió.

'Richy está contento porque he tenido baches y ve que estoy subiendo otra vez y jugando con la confianza que necesito. Está contento porque dice que todos los días estamos sumando, y que este partido sirve para el próximo. Ya estoy mirando para el próximo torneo, y me veo en la línea, y sé que puedo llegar lejos', razonó la puertorriqueña, que ya tiene en su mente donde está el momento álgido de la temporada.

'Me gustaría ganar muchos partidos en los próximos torneos, Pattaya, Dubai, Acapulco, Monterrey, Indian Wells y Miami. Quiero llegar a tope a los dos últimos porque son muy importantes y dan muchos puntos', explicó.

'Otra vez me siento con la sensación de Roma el año pasado, que estaba jugando muy buen tenis y fui al siguiente torneo y lo gané, en Estrasburgo. Mi tenis va llegando donde tiene que estar. Estoy disfrutando del tenis y de mi vida, y todo tiene que encajar', añadió.

'Es un año clave, estoy físicamente mejor, he trabajado con 'Richy' mucho en la pretemporada y creo que este año puedo dar un gran salto. No me pongo presión, solo quiero trabajar con mucha entrega y fe, y las cosas van a salir', dijo Puig.

'Si gana ese desempate, gana el partido', comentó por su parte a Efe el español Ricardo Sánchez, entrenador de la mejor latinoamericana del circuito.

'No obstante, saco conclusiones positivas, ella está ahí y también esta derrota le ayudará a mejorar', añadió.