Hugo de Souza es brasileño y, con 16 años, se estrena en unos mundiales de windsurfing a los que llega despues de que windsurfistas del Caribe lo hayan ‘adoptado’ con la vista puesta en convertirlo en el sustituto del actual campeón del mundo: el venezolano Gollito Estredo.

De Souza participa estos días en la modalidad freestyle en el campeonato de windsurfing y kiteboarding de Fuerteventura. En playa de La Barca, y rodeado de campeones de todo el mundo, espera adquirir la experiencia necesaria para poder subirse, en futuras ediciones, a lo más alto del podio.

Mientras tanto, relata a Efe cómo empezó, con solo 10 años, a practicar el deporte después de ver en la playa de su pueblo, Camocim-Céara, cómo el competidor italiano Marcolino se desenvolvía a la perfección sobre las olas brasileñas. ‘Me enamoré de cómo practicaba el deporte desde la primera vez que lo vi’, reconoce.

Los comienzos no fueron nada fáciles para el brasileño, nacido en un pueblo de pescadores con unas excelentes condiciones para la práctica del windsurfing, pero sin medios con los que poder respaldar la carrera deportiva de Souza.

El joven de Camocim-Céara no cesó en su empeño de convertir su hobby en profesión y tuvo que recurrir a otros deportistas para que le prestaran el material necesario para poder entrenarse.

La casualidad hizo que Souza se encontrara en el camino con Edvan Souza, otro windsurfista que, cautivado por la destreza del joven, le regaló su primera vela.

Desde entonces, Edvan se ha convertido en el ángel de la guarda de Hugo y en Fuerteventura actúa como su traductor y acompañante, dada su minoría de edad.

‘Tener un equipo propio me dio mucha felicidad, me hizo más fuerte y aumentaron mis ganas de competir’, explica emocionado mientras se muestra tímido y sorprendido ante el ajetreo diario del campeonato de windsurfing en tierras majoreras.

Antes de llegar a Fuerteventura han sido muchas las puertas que ha tenido que tocar Hugo de Souza para poder participar en los campeonatos. Ahora es un sueño realizado que le ha permitido codearse con los mejores de su disciplina y salir por primera vez de su país.

La idea de un grupo de amigos de grabar un vídeo del joven y difundirlo en Youtube junto a número de cuenta bancaria para recabar fondos le ha abierto las puertas hacia el campeonato.

Windsurfistas de varios puntos del mundo han quedado cautivados con su destreza y no han dudado en ‘adoptarle’ y difundir su potencial a través de sus páginas personales.

La ayuda económica de amigos y deportistas, además del respaldo de su patrocinador, que le ha pagado el billete, le han permitido llegar a Fuerteventura, isla donde se muestra feliz por haber alcanzado su sueño mientras no para de hacer malabares sobre su tabla.

Desde hace años, sigue de cerca los avatares del pentacampeón del mundo de windsurfing, el venezolano José Gollito Estredo, al que espera algún día poder coger el relevo.

De momento, los veteranos del mundial comentan que el joven de Camocín-Céara físicamente ‘se da un aire’ con el venezolano.