Si usted pensaba que podía evadir la prohibición de fumar en lugares públicos mediante el uso de cigarrillos eléctricos, el Gobierno ya le cerró el paso.

Este tipo de cigarrillo, operado por batería y que emite un humo incoloro e inodoro, quedó prohibido mediante la ley 59 que el Gobernador firmó el mes pasado y que la Legislatura aprobó sin vistas públicas.

Para la aprobación del proyecto, sometido en la Cámara de Representantes por los legisladores de mayoría Gabriel Rodríguez Aguiló y Julissa Nolasco, comparecieron el Colegio de Médios Cirujanos, el Departamento de Salud, la Asociación Puertorriqueña del Pulmón, y la Oficina de Servicios Legislativos, todos a favor de la prohibición.

Entre las razones para prohibirlo están que permitir un cigarrillo eléctrico que emite humo hace más difícil la fiscalización de los cigarrillos verdaderos, y que el humo del cigarrillo eléctrico contiene dietilenglicol, una sustancia sobre la cual la Administración federal de Drogas y Alimentos ha emitido advertencias por su peligrosidad a la salud.