Una tarde de marzo del 2013, Víctor Burgos Cotto, salió de su oficina en la División de Tecnología de la Cámara de Representantes y se topó con cuatro hombres. ‘Nosotros somos los amigos del Presidente (Jaime Perelló) y venimos a participar en la propuesta de telefonía’, le dijeron.

Un sorprendido Burgos contactó rápidamente a su supervisor,Xavier González Calderón. ‘Están estas personas aquí, yo no sé quiénes son’, le dijo. ‘Sí, tienes que atenderlos, son amigos de nosotros, atiéndelos, dale las especificaciones y todo’, le contestó González Calderón, entonces administrador de la Cámara.

Luego, Burgos Cotto sabría que los cuatro ‘amigos del Presidente’ eran Anaudi Hernández y sus socios Héctor Vargas, RamsesMaldonado y José Rodríguez. A pocos días que cerrara la convocatoria para aspirar al contrato para la instalación del cuadro telefónico de la Cámara, su compañía 3 Comm Global Inc. quería insertarse a como diera lugar en la competencia.

La imagen de esas cuatro misteriosas figuras la recordó Burgos Cotto sentado al banco de testigo en el decimocuarto día del desfile de prueba en el juicio contra cuatro supuestos cómplices del empresario Anaudi Hernández, cabeza de un esquema de corrupción gubernamental.

‘Ellos (3Comm) son lacompañía que usted hubiese seleccionado?’,cuestionó el fiscal. ‘No, nunca’,respondió con firmeza el testigo. ‘Yo no conocía a 3CommGlobal, no sabía que esa compañíaexistía y menos conocía a la gente que la manejaba’, añadió.

Cuando Burgos leyó la propuesta que entregó 3 Comm Global, incumplía con las especificaciones que él había establecido en la convocatoria. El servicio que proponían para el cuadro telefónico era de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 8:00 p.m., cada llamada tenía un costo y no se encargaba de remover el equipo viejo. Sin embargo, sus superiores insistían en otorgarle el contrato a 3Comm.

‘Glenn Rivera me dijo que yo no estaba acostumbrado a ese ambiente de trabajo y que yo tenía que encontrar la manera de ayudar a los amigos’, dijo Burgos refiriéndose a uno de los cuatros acusados, contra el cual pesa los cargos de conspiración para cometer fraude electrónico y mal uso de fondos públicos.

Luego sabría que ‘los amigos’ eran todos aquellos que hubiesen ayudado en la campaña de Jaime Perelló a la Cámara de Representantes. Según Burgos, tras una breve discusión, este se mantuvo firme en no firmar el contrato.

Una reunión futura más acalorada con XavierGonzález – quien ya se declaró culpable de participar en el esquema de corrupción – le supondría ‘una amenaza’. ‘Él (Xavier) me dijo que yo tenía que obedecer lo que él decía, y que hoy en día estaba muy difícil conseguir trabajo’, relató ante el jurado y el juez Pedro Delgado en la sala 3 del Tribunal Federal de Hato Rey.

Pasaron los meses y Burgos mantenía su resistencia a firmarle el contrato a 3 Comm, mientras las demás empresas seguían retirándose de la competencia, y RamsesMaldonadocontinuaba enviando propuestas enmendadas. En una de ellas, enmendó el precio que ofrecía por el servicio, lo cual testimonios anteriores probaron que se debió a que tuvieron acceso a las demás propuestas para comparar precios.

‘La contratación de la compañía 3CommGlobal fue un proceso justo?’, le preguntó el fiscal federalTimothyHenwood. ‘No’, respondió Burgos. Se incumplió con las fechas límites y se sometieron múltiples revisiones de la propuesta, agregó.

Sin embargo, un comité de evaluación de propuestas que se creó siguió insistiendo en otorgar contrato a 3 Comm. ‘Empezaron a presionarme, presionarme, presionarme para aprobar cosas que yo sabía que no iban a funcionar, y la presión era demasiada’, sostuvo Burgos.

Hasta que un día llegó a una reunión con Jaime Perelló, para tratar el tema de una avería del sistema, cuando de repente, en un cambio de tema, el presidente de la Cámara preguntó qué había ocurrido con el contrato del cuadro telefónico. ‘Necesito que se firme ese contrato ya’, se limitó a decir Perelló. Luego, el contrato fue concedido a 3Comm.

‘Fueron meses de amenazas, de que yo era terco, de que yo no seguía instrucciones, de que yo no sabía hacer mi trabajo’, contó el testigo. Caminaba entre las alegadas amenazas de XavierCalderón y la sonrisa de Glenn Rivera que, según el testigo, le decía: ‘Víctor, si tú no cooperas te van a botar, chico, yo te estoy tratando de ayudar’.

Víctor Burgos, calvo, con la mirada tras finos espejuelos y la camisa a rayas, tronó contra sus supervisores en la Cámara de Representantes, quienes hicieron que su experiencia laboral en el cuerpo legislativo fuera ‘horrible’.

Contra Burgos pesaban los mismos cargos que hoy enfrenta Glenn Rivera: conspiración para cometer fraude electrónico y mal uso de fondos públicos. Tras el acuerdo de cooperación que llegó con Fiscalía, Burgos se declaró culpable de ‘tener conocimiento de un delito y no notificarlo a las autoridades federales’, por lo que se expone a una pena de 6 a 12 meses de cárcel y/o una multa.

Burgos trabajó como director de la Oficina de Tecnología de la Cámara desde enero del 2013 hasta abril del 2014, cuando fue despedido. ‘Yo no era compatible con la forma de ellos trabajar’, fue la razón que le dieron para su despido en una reunión a la que asistieron Xavier González y Glenn Rivera, quien supervisaba su oficina como ayudante especial de González.

Tiempo después, se comprobaría que el trabajo realizado por la compañía de Anaudi incumplía con los estándares impuestos por el exdirector de tecnología, en cuestión a equipo y mantenimiento. Entonces, según Burgos, le echaron a él la culpa. ‘Eso no era culpa mía, era culpa de ellos por estar haciendo porquerías’, dijo.

Cuando Burgos entró a trabajar a la Cámara y evaluó su sistema tecnológico, notó que era todo demasiado anticuado. El disco duro tenía poca capacidad, el sistema de mensajería electrónica era muy lento, y no conocían la contraseña para implementar mejoras.

‘Fui la persona que recomendé los cambios de servidores, del cuadro telefónico, del sistema de cámaras para la transmisión en vivo de las vistas, y la digitalización de los archivos históricos ya que las condiciones de esos documentos históricos era bien deteriorada por el lugar en que se guardaban’, contó sobre su trabajo.

El cuadro telefónico era tan antiguo que carecía de piezas de repuesto y estaba desprotegidode cambios de voltaje, por lo que las averías podían suscitarse hasta provocar el daño completo del sistema. Por lo tanto, Burgos presentó sus hallazgos y se determinó realizar el ‘request for proposal’.

Mañana miércoles, a las 9:00 a.m., proseguirá el testimonio de Burgos con el contrainterrogatorio del abogado de Glenn Rivera, Juan Masini.