La petrolera anglo-holandesa Royal Dutch Shell aumentó su beneficio atribuido en un 203 % durante los primeros nueve meses del año respecto al mismo periodo de 2015, en un entorno adverso, marcado por los bajos precios del crudo.

El rendimiento de la empresa continúa afectado por la tendencia bajista del precio del petróleo y del gas y sus perspectivas de futuro siguen siendo ‘inciertas’, según advirtió hoy su consejero delegado, Ben Van Beurden, al difundir el balance financiero.

En un comunicado remitido a la Bolsa de Valores de Londres, Shell reflejó que durante este periodo, hasta finales de septiembre, su beneficio neto atribuido fue de 3,034 millones de dólares (2,763.5 millones de euros).

También informó sobre sus cifras correspondientes al último trimestre de 2016, cuando obtuvo un beneficio de 1,375 millones de dólares (1,252.4 millones de euros), un 119 % más que el registrado durante esos mismos meses del año previo.

La petrolera regresó así al terreno positivo de los beneficios después de haber acusado pérdidas netas de 7,416 millones de dólares (6,754.9 millones de euros) en ese trimestre de 2015, según su hoja de cuentas.

Royal Dutch Shell observó hoy que el entorno continúa estando marcado por los bajos precios del crudo, un factor que ya lastró su beneficio en el primer semestre de año.

‘Shell ha obtenido mejores resultados durante este último trimestre, lo que refleja un rendimiento operativo y de costes sólido’, afirmó hoy el consejero delegado, Ban Van Beurden, en el comunicado.

Pese a sus resultados mejores de los anticipados por los analistas, ese directivo agregó que ‘los bajos precios del petróleo continúan siendo un desafío significativo en el negocio’ y, en este sentido, predijo una perspectiva de futuro ‘incierta’.

Dentro de este contexto de ‘condiciones de mercado adversas’, con una acusada tendencia a la baja en el precio del crudo -que en los últimos tres meses se ha cotizado como media a 46 dólares el barril-, la compañía se refirió también a la adquisición, a comienzos de año, del grupo BP.

Con relación a esa operación, Van Beurdent afirmó que la ‘integración’ de Shell y BG se encuentra ahora ‘esencialmente hecha y se ha completado antes de tiempo’.

Según sus palabras, ese movimiento supone ‘un importante catalizador de los cambios duraderos y significativos’ que está llevando a cabo la petrolera.

A comienzos de este año, el gigante anglo holandés completaba la adquisición del grupo BG por valor de 50,000 millones de dólares (45.5 millones de euros) y actualmente pretende recortar costes y reducir deudas.

En su hoja de cuentas, la empresa destacó también que está tratando de gestionar un total de 16 ventas de activos después de que la pasada semana anunciara que venderá algunos de sus activos petroleros y gasísticos en Canadá por más de 1,000 millones de dólares (910 millones de euros).

Ese objetivo se enmarca, según Van Beurdent, dentro de ‘un programa de la compañía valorado en 30,000 millones de dólares (27,291 millones de euros).