¿Regreso al trabajo?
Columna de opinión de la licenciada Liza M. García Vélez
No hay duda que estamos experimentado una reapertura casi total después de 14 meses de un encierro necesario y prolongado, en gran parte por la insensatez de las personas a protegerse, seguir instrucciones y vacunarse. Es evidente que hay que completar las fases de reincorporación de la sociedad desde una perspectiva salubrista, pero ejecutando un plan de desarrollo económico integral. El propósito debe ser viabilizar los miles de millones asignados en fondos federales, atendiendo las necesidades de los ciudadanos con un ánimo de mejorarles la calidad de vida a largo plazo.
Una encuesta recientemente publicada por la Cámara de Comercio de Puerto Rico refleja el sentir de los electores en los primeros 4 meses de este año post electoral. Los temas de mayor importancia son:
- La prevención y manejo del COVID 19 con un 91%. Se redujo la preocupación en este renglón en comparación con octubre de 2020, gracias a los esfuerzos de vacunación masiva.
- La lucha contra el crimen (87%) desplazó el tema de la creación de empleos que había estado en segunda posición seis meses antes. En el caso de las mujeres la preocupación se concentra en el tema de la violencia de género
- Le siguen el inicio de clases y los esfuerzos anticorrupción, ambos con un 87%.
- El acceso a cuidado médico y los costos de los medicamentos obtuvo un 84%.
- El tema de la falta de empleos descendió 12 puntos al obtener en el 2021 un 80%.
- La tardanza gubernamental en tramitar permisos, licencias y servicios se sostuvo con un 79%.
Estas cifras ofrecen un panorama descriptivo de lo que viven los ciudadanos en Puerto Rico. Hay un dato que merece darle especial atención, no existe hoy tanta preocupación por la falta de empleos. Este tema cercano a las elecciones tenía un sólido segundo lugar entre las inquietudes de los puertorriqueños con un 92%. Hoy se encuentra en un penúltimo lugar. Todo parece indicar que la merma presentada es el reflejo de la existencia de programas de ayudas económicas para desempleados.
Lo confirma la misma encuesta que cuestiona ¿porque las personas no quieren trabajar? El 45% indicó porque con las ayudas los ciudadanos ganan más en la casa que saliendo a trabajar. Otro 30% señaló porque los salarios son muy bajos. El 15% dijo que la razón se debe a que no hay escuela ni cuidos para dejar los niños. Finalmente, un 10% cree que las personas no quieren trabajar por miedo a la pandemia.
Tanto en Puerto Rico como en Estados Unidos los patronos han reportado falta de mano de obra en una variedad de industrias, desde la construcción hasta los restaurantes. Las ferias de empleos están vacías y los que aceptan un ofrecimiento laboral no llegan a los centros de trabajo. Es necesario que aquellos que ejecutan política pública conozcan que el 50% de los encuestados opinan que los incentivos federales de empleos deben utilizarse para que las personas busquen trabajo en vez de quedarse en casa. El 25% entiende que es mejor usarlo para incentivar y retener empleos.
Estos 21 estados: Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas, Georgia, Idaho, Indiana, Iowa, Mississippi, Missouri, Montana, North Dakota, Ohio, Oklahoma, South Carolina, South Dakota, Tennessee, Texas, Utah, West Virginia y Wyoming, han anunciado que culminarán el beneficio de $300 extras de desempleo durante el verano y no en septiembre como se había aprobado, para tratar que las personas vuelvan al trabajo. En el caso de Arizona ha contemplado un incentivo de $2,000 de regreso al trabajo para personas elegibles, acompañado de programas para cuido de niños y nueva capacitación. Montana y Oklahoma vislumbran un incentivo de $1,200 luego de varias semanas de reempleo.
El desarrollo económico de Puerto Rico demanda una rápida ejecución, pero con la certeza que se están invirtiendo los fondos de ayuda económica en los renglones que se requiere para fomentar una economía sustentable. Es el momento de incentivar al que ha trabajado durante la pandemia. Hay que retener al empleado que ha trabajado a medio tiempo o a distancia, porque no tiene quien cuide de sus hijos. Antes que culmine el verano debe Puerto Rico ofrecer un incentivo de regreso al trabajo, porque para septiembre habrá sido demasiado tarde.
La falta de mano de obra incide sobre nuestro diario vivir. Más filas en las tiendas, listas de espera interminables para servicios, parte de restaurantes y hoteles cerrados, escasos centros de cuidos y tutorías para los niños son solo algunos de los efectos de incentivar el lado equivocado del mercado laboral. Es obligatorio entonces preguntar: ¿Regreso al trabajo?