Cuando iniciaba su escuela intermedia no vaciló en ser la primera en presentarse en el salón de clases tras el pedido del maestro. Rompió el silencio y dijo; ‘Hola, soy Juliana y tengo dos mamás lesbianas’.

Es que para Juliana María Acosta Vélez, su familia es como cualquier otra… nada las hace diferentes. El domingo como ha hecho cada año, la adolescente celebrará el Día de las Madres por partida doble con ‘Mamita’, su madre biológica, la catedrática del Programa de Doctorado en Determinantes Sociales de la Salud del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Carmen Milagros Vélez Vega, y con ‘Mamá’, la psicóloga clínica Ángeles Acosta, su pareja por más de 25 años.

En esta familia no tradicional, la experiencia de la maternidad ha sido una aventura maravillosa que ha permitido proveerle a Juliana una niñez perfectamente normal, al punto en que nunca tuvieron que explicarle su relación. La niña, de entonces tres años, lo preguntó de la forma más natural: ‘Mamá, verdad que yo no tengo papá? Ángeles le respondió a la niña ‘Tienes dos mamás’; a lo que Juliana inmediatamente respondió: ‘Me gusta tener 2 mamás!’

Decidieron emprender el camino de la maternidad tras casi una década de relación. El proceso fue planificado y se tomaron su tiempo; precisamente, porque por sus profesiones conocían de la importancia y el cambio que supondría una responsabilidad como esa.

‘Siempre supe que quería ser madre; pero cuando uno se descubre como lesbiana, lo social te dice que eso no es pa’ ti. Claro, yo siempre he cuestionado lo que me dicen que no es pa’ mí. Igual Ángeles. Ser madre es el regalo más lindo, por lo que nos preparamos para que la vida girara no solo en nuestras responsabilidades profesionales sino también en esa nueva criatura’, relata con una enorme sonrisa de satisfacción Carmen Milagros.

La historia de esta familia saltó a la luz pública en el 2013, cuando el Tribunal Supremo prohibió que Ángeles adoptara legalmente a su hija Juliana, pese a que el embarazo fue mediante inseminación artificial y la niña, desde su nacimiento, las reconoce a ambas como madres.

‘El que me hayan negado la adopción de Juliana ha sido bien fuerte’, asegura Angie. Con un hilo de voz y visiblemente adolorida admite que ‘hablo de la maternidad y de lo que me ha pasado y me cuesta porque es tan doloroso pensar que haya gente que pueda hacer tanto daño a una familia y a una niña’.

Ser lesbianas y ser madres no es nada raro. Aseguran nunca han sentido que su hija haya sido rechazada. Diariamente han compartido la crianza y las responsabilidades como cualquier otra pareja. Incluso, disfrutaron de una red de apoyo de amigos y familiares ‘desde el primer día que la vieron embarazada. Imagínate, la madre de Carmen, católica, apostólica romana y mariana, viajó casi un año de Isabela a San Juan para ayudarnos con su nieta hasta que cumplió los 14 meses’.

Con un intenso brillo en sus ojos Ángeles asegura que ser madre ‘ha sido la experiencia más maravillosa que he tenido en mi vida… poder tener una hija cuando nunca pensé que fuera a tener niños, no porque no quisiera; sino porque en aquel momento tenía 42 o 44 años y pensaba que ya no era una opción. El vínculo que tengo con Juliana (y ella conmigo) es tan fuerte como el que tiene con Carmen que es su madre biológica’.

Según la psicóloga clínica, su experiencia demuestra que después que un niño ‘se sienta seguro y amado no importa en qué familia se levante. No necesita necesariamente de un papá o mamá tradicional’

‘Yo he visto papás que son mejores mamás que muchas mujeres, he visto mujeres que son excelentes padres y he visto mujeres que son excelentes madres y padres a la vez. Lo importante es que sepas qué es lo que tu hijo o hija necesita y que estés ahí para dárselo’, dice por su parte la madre biológica de Juliana.

Están convencidas que algún día lograrán la adopción legal de Juliana. El proceso, aunque difícil, ha sido una oportunidad para que en Puerto Rico se hable de la adopción entre parejas del mismo sexo y las familias no tradicionales y la obligación de hacer una sociedad más justa, diversa y equitativa.

Van 14 años celebrando el día de las madres por partida doble. Para ellas es un día muy especial. Se levantan, desayunan, intercambian regalos y luego comparten en familia. Después de todo, Juliana nació de la barriga de Carmen y del corazón de Ángeles… por eso siempre serán ‘Mamita y Mamá’.