La luz entra plenamente por la habitación principal. Las ventanas están abiertas de par en par, con vista a la piscina del condominio. Marta Font tiene todo listo para recibir a su sobrino de la prisión. Tan sólo le hace falta cambiar la colcha floreada, observa. Jorge De Castro Font ya tiene un hogar donde rehacer su vida.

En una gaveta del estudio, guarda las cartas que le envió su sobrino – el exsenador- desde Petersburg. El remitente se identificó en manuscrito: Jorge De Castro Font, Federal Correctional Complex, Petersburg, VA 23804. Los sellos comprados irónicamente leían ‘freedom forever‘ con la bandera norteamericana desplegada en el fondo. Eran otros tiempos. Entonces, escribía desde la tristeza. Le atormentaba el abandono de su exesposa y la libertad perdida, tras declararse culpable de solicitar sobre $500 mil a diferentes empresarios para promover legislación.

‘Jorge ha dado un cambio muy grande. Tenía un genio volao’ y se mortificabapor cualquier cosa. Sin embargo, para sorpresa mía – y no sorpresa porque esta ha sido una experiencia bien dolorosa (…) Se ve sereno’, relató, quien lo visita todos los domingos.

En esos encuentros, De Castro le ha manifestado su arrepentimiento: ‘ay titi, no sabes lo que he sufrido’. ‘Y tiene que ser así. Yo no lo excuso, pero es mi sobrino. Es mi sangre…. Yo no lo voy a abandonar’, mencionó.

A preguntas de su hija mayor, De Castro ha dicho que se mantendrá alejado de todo lo relacionado a la política: ‘tú crees que yo quiero volver a pasar por una cosa como esta?’, relató la tía que respondió en ese momento. Sin embargo, ya cuenta con varias ofertas de trabajo, que no quiso detallar, y le inquieta la idea de escribir un libro contando su versión de los hechos criminales de los cuales se declaró culpable en 2009.

Fontdescartó, sin embargo, que éste vaya a decir algo sobre los demás políticos involucrados en extorsión, soborno y conspiración por lavado de dinero, como se ha rumorado desde el inicio.

En el apartamento hay muestras innumerables de la trayectoria política de la familia. Las paredes del estudio estánforradas con los recortes de periódicos de su carrera artística y política bajo el Partido Indepentista Puertorriqueño. Junto a las fotos de bodas y eventos familiares, está una delexgobernador Luis Muñoz Marín, en color sepia, vestido con su representativo gabán blanco. Y como centro de mesa, ubica la biografía de su padre Jorge Font Saldaña – orgullo de la familia.

La hija del político difunto narra con orgullo la integridad de su padre como servidor público, cuando fue Secretario de Hacienda durante tres administraciones. Eran otros tiempos. Quien fuera la mano derecha de Muñoz Marín y Roberto Sánchez Vilellaera incapaz de apropiarse de un solo lápiz, aseguró, al contar la vez que le dijo a uno de sus hijos que los materiales de la oficina eran propiedad del ‘Estado Libre Asociado de Puerto Rico’.

‘Gracias a Dios murió (antes de la acusación de su nieto)’, mencionó acerca de los Mercedes Benzy demás lujos que obtuvo su sobrino. ‘Él le hubiera aconsejado, pero estaba tan inmerso…’, lamentó. Rápido criticó la doble vara que existe en el sistema judicial: los que prestaron el dinero, los empresarios que ‘tentaron’ e influenciaron indebidamente, permanecen libres haciendo sus negocios como de costumbre.

‘Hay algunas personas que yo no quisiera que se acercaran a él… pero eso yo no lo puedo controlar’, comentó preocupada.

Cuando lo reciba en su casa – que espera sea pronto – le preparará un filete encebollado con amarillos en almíbar, lo sentará a conversar y le dará su espacio, aseguró. Insistió que ha cambiado, que está rehabilitado, sereno, maduro. En la cárcel, dio tutorías de inglés y español, sirvió la comida a los demás reos y se encargaba de entregarles el papel de baño, ‘lo que nunca ha hecho…’.

‘Sólo está pensando en trabajar y estar con sus hijos’, aseguró, aunque la reconciliación con la familia – admitió – tomará tiempo.