El secretario de Educación, Rafael Román, reconoció el lunes que parte del problema de sobrepoblación que hay en el Programa de Educación Especial se debe a la práctica de compañías privadas, que operan para beneficio propio, al tener contratos tanto para la evaluación como para el ofrecimiento de terapias a los niños y niñas.

Indicó que el Centro de Evaluación de Educación Especial opera con compañías privadas, que se encargan de hacer las pruebas psicoeducativas a los estudiantes. Luego es el DE el que determina la elegibilidad a través de su Centro de Servicios de Educación Especial.

‘Una práctica que vamos a culminar es que quien da la evaluación, no puede dar terapias’, mencionó Román, tras reconocer que se estaba llevando de esa forma hasta el año pasado.

‘Aunque la compañía diga que tiene personal para una cosa y personal para otra, como quiera hay un interés ahí envuelto, que ya creo que lo vamos a parar’, contestó.

El Secretario insistió, además, en lo que había expresado ante la Legislatura de que parte de la responsabilidad recae sobre el maestro o maestra de ese estudiante, al asegurar que se debe a una falta de capacitación en esa materia. ‘Hay que dotar a los maestros de suficiente capacitación para saber identificar cuándo ese rezago en el estudiante es por problema de educación especial y cuándo se puede trabajar con intervención temprana’, comentó.

‘No le estoy echando la culpa a los maestros’, defendió en reacción a un artículo publicado por este diario. Sentenció, sin embargo, que el problema de sobrepoblación es ‘estrictamente académico’.

En esa dirección, detalló que ha instruido a la Secretaría Auxiliar de Asuntos Académicos para que tenga una ‘mayor intervención’ en el Programa de Educación Especial, ofreciendo adiestramiento a los maestros y a los facilitadores del distrito escolar.

Recordó que tras la salida de Doris Zapata, el programa se encuentra en ‘reestructuración’ bajo la responsabilidad del director interino, Carlos Molina, por lo cual ‘todas las alternativas están sobre la mesa’.