El jefe del Ejecutivo de Hong Kong, Leung Chun-ying, mostró hoy su disposición a iniciar conversaciones con los estudiantes que lideran las protestas prodemocracia la semana próxima, si bien descartó la posibilidad de elecciones democráticas en 2017.

Así lo anunció Leung en su primera comparecencia pública en dos semanas, y cuando se cumplen 18 días desde que arrancaran las protestas más importantes en la historia de la ciudad, que piden unas elecciones ‘democráticas reales’ para los comicios previsto en 2017.

‘Durante los últimos días, hemos trasladado a los estudiantes nuestro deseo de que queremos iniciar un diálogo oficial para discutir el sufragio universal en cuanto podamos, con suerte la semana que viene’, señaló el jefe del Ejecutivo local.

A pesar de tender su mano a los estudiantes para poner fin a las manifestaciones, Leung indicó que la reforma electoral establecida para los comicios de 2017 no se modificará ‘por cuestiones pragmáticas’.

‘La decisión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo chino) sobre la reforma electoral no puede ser revisada para 2017’, zanjó Leung, quien, no obstante, afirmó que 2017 no es el la última oportunidad para lograr el sufragio universal.

El político hongkonés explicó que el Gobierno está dispuesto a hablar con los manifestantes sobre la reforma electoral acerca de lo que puede hacerse dentro del marco establecido por Pekín.

‘La política es el arte de lo posible’, destacó.

El Gobierno asignará a un intermediario y prevé que las conversaciones con los estudiantes se lleven a cabo en distintas rondas de encuentros, según explicó hoy Leung.

Sus palabras llegan después de una noche de nuevos enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes prodemocracia, un día después de que un vídeo en el que se veía a seis policías golpear a un manifestante generara indignación popular y diera un nuevo impulso al movimiento.

‘Las protestas han afectado a la sociedad severamente y la Policía esta bajo extrema presión y ha mostrado máxima tolerancia’, señaló el jefe del Ejecutivo, un día después de que el miércoles se viviera la jornada más violenta de las protestas, que ya duran casi tres semanas.