El Parque SeaWorld anunció este viernes una ampliación de los hábitats destinados en sus parques a las orcas, despues de haber recibido numerosas críticas a causa de un documental que investigó la vida en cautiverio de esos mamíferos.

Los planes de remodelación incluyen los parques que la compañía tiene en San Diego (California), San Antonio (Texas) y Orlando (Florida), este último hogar de la orca Tilikum, la protagonista del documental ‘Blackfish’, de Gabriela Cowperthwaite.

En ese filme, exhibido el año pasado en el Festival de Sundance, se muestra como las condiciones en las que vive la orca pueden ser la causa de que haya provocado la muerte de tres personas, la última su entrenadora Dawn Brancheau, en 2010.

Según organizaciones de defensa de los animales como WDC, desde los años 60, cuando se capturaron las primeras orcas con vida, al menos 144 han sido sacadas de su hábitat natural.

Actualmente hay 52 orcas en cautividad, 18 capturadas en los océanos y 34 nacidas en los parques donde tienen sus hábitats artificiales, que están en ocho países (Argentina, Canadá, China, España, Estados Unidos, Francia, Japón y Rusia), señala la sección británica de WDC en su web.

Jim Atchinson, presidente de SeaWorld Entertaiment Inc., informó hoy de que la compañía, con sede en Orlando, ampliará sus tres parques e invertirá cerca de 10 millones de dólares en la investigación científica para la preservación de estos mamíferos marinos.

Los planes abarcan también inversiones en nuevas iniciativas destinadas a proteger los océanos y las orcas en sus hábitats naturales.

El llamado ‘Proyecto Mundo Azul’ comenzará en las instalaciones de San Diego (California) y prevé aumentar el volumen de la enorme piscina donde viven las orcas a casi el doble del actual.

De acuerdo con WDC, hay diez orcas en el Seaworld de San Diego, siete en el de Orlando y seis en el de San Antonio.

Según el plan, cuya finalización está prevista para mediados de 2018, las vistas panorámicas serán de 12.2 metros de altura, una de ‘las más grandes de orcas bajo el agua del mundo’.

‘A través de encuentros muy cercanos y personales, el nuevo ambiente transformará la experiencia de los visitantes con las orcas’, explicó Atchison.

El anuncio de hoy fue cuestionado por activistas y organizaciones de protección de los animales, en especial por la Fundación PETA, que considera que la iniciativa ‘no salvará a la compañía’ y que ‘una prisión grande sigue siguiendo una prisión’.

‘Es una gota de agua en un balde de desesperación, para tratar de retroceder las manecillas del reloj en un momento en que la gente entiende el sufrimiento de las orcas en cautiverio’, expresó Jared Goodman, director de Leyes de Animales de PETA, en un comunicado.

PETA aseguró que SeaWorld no necesita ‘tanques de agua más grandes’, sino devolver las orcas a reservas marinas y que puedan sentirse y experimentar el océano de nuevo, escuchar a sus familias y un algún día volver con ellas.

SeaWorld ha estado en la mira de los defensores de los derechos de los animales desde el año 2010, cuando la orca Tilikum atacó y acabó con la vida de su entrenadora Dawn Brancheau.

Las críticas que enfrentó la compañía constituyeron un factor que propició en el último año un descenso de asistencia de visitantes, algo que Atchison calificó de ‘decepcionante, pero temporal’.

‘Somos una compañía de 50 años y tenemos períodos de dificultad, que vendrán y se irán’, manifestó en declaraciones que recoge hoy The Wall Street Journal.

El plan de remodelación, que incluye también obras de ampliación en las sedes de San Antonio y Orlando, se da a conocer luego de que el miércoles pasado la compañía anunciase pérdidas en el segundo cuatrimestre del año y una disminución de sus acciones del 22 % con relación al año pasado.