El exmilitar golpista Pervez Mushárraf, que gobernó Pakistán entre 1999 y 2008, obtuvo hoy la libertad bajo fianza en el último de los juicios que lo mantenía bajo arresto domiciliario, informó a Efe una fuente policial.

‘Mushárraf es libre de moverse donde quiera dentro del país’, dijo a Efe un responsable policial de Islamabad después de la resolución judicial en relación al caso abierto por una acción de las fuerzas de seguridad contra un grupo de integristas en 2007.

El exjefe del Ejército está acusado por un familiar de uno de los líderes islamistas que falleció en la revuelta aplacada por la Policía y que tuvo como epicentro la Mezquita Roja de Islamabad.

El abogado del exdictador, citado por el diario local Dawn, anunció que el tribunal que juzga la causa ha fijado una fianza de 200,000 rupias (unos 2,000 dólares).

Los medios han recordado que, a pesar de que Mushárraf podrá abandonar libremente su domicilio de la capital por primera vez en medio año, las autoridades aún le prohíben salir del país.

El exmilitar tiene diversos juicios abiertos, todos relativos a su época al frente del país, pero sus letrados han conseguido que los diversos tribunales se inclinen en favor de la libertad condicional en todos ellos.

Una de las causas obedece a la decisión de su Gobierno de imponer el estado de emergencia y arrestar a decenas de jueces en 2007, y otra a su presunta responsabilidad en la muerte del líder nacionalista baluchi Nawab Akbar Bugti en 2006.

Mushárraf fue asimismo acusado formalmente el pasado agosto de conspiración para asesinar a la ex primera ministra Benazir Bhutto, muerta en un atentado en 2007 que nunca fue aclarado.

El cerco judicial al exgeneral comenzó poco antes de las elecciones generales de mayo pasado -en abril fue puesto bajo arresto-, a las que no pudo concurrir tras ser descalificado por los tribunales electorales.

Mushárraf, el único de los cuatro dictadores militares de Pakistán que ha sido acusado formalmente en un tribunal y arrestado, había regresado semanas antes a Pakistán tras un autoexilio de cuatro años.