La comunidad despidió con un magno evento al líder que transformó a Dorado y dejó huella imborrable en el municipio
El féretro de López Rivera fue colocado a las puertas de la recién remodelada Casa Alcaldía, cubierto con la bandera del pueblo y rosas blancas. FOTO: Melissa Cruz/ NotiCel
Rodeado de su pueblo, familiares, amigos y colegas, en medio de una atmósfera de nostalgia y celebración, el pasado martes 21 de octubre se despidió al alcalde Carlos López, quien durante 38 años dirigió con dedicación el municipio de Dorado.
El alcalde interino, Aníbal José Torres, expresó sentidas palabras al despedir a quien consideraba “un amigo”, destacando el vínculo profundo entre López Rivera y su tierra: “Carlos López Rivera vuelve hoy a su tierra. A las calles que caminó y a los barrios que abrazó. Vuelve como quiso, rodeado de su pueblo, de los suyos y de la gente por la que vivió sin descanso. Y nos deja, sí. Nos deja, pero no se va del todo. Porque hay hombres cuya obra no permite olvido y cuya entrega no admite reemplazo. Y, cuya historia se confunde con la de su pueblo”.
Los restos del alcalde descansan ya en el Camposanto Municipal tras una despedida solemne, tal y como él mismo había planificado. Desde primeras horas de la mañana, miles de personas acudieron al evento popular que, de forma emotiva, rindió homenaje a su legado.
El féretro, de color negro con detalles dorados, fue expuesto a las 9:00 y colocado en las puertas de la Casa Alcaldía, cumpliendo el deseo del propio López de despedirse en el corazón del pueblo que tanto amó. A las 9:30 se realizaron dos guardias de honor: la primera, a cargo de empleados y compañeros que le acompañaron desde antes de asumir el cargo en 1987; la segunda, por alcaldes y alcaldesas de toda la isla, con la destacada presencia del alcalde de San Juan, Miguel Romero.
Durante la ceremonia se vivieron momentos de gran emoción, incluyendo interpretaciones musicales de las canciones “Boricua en la Luna” y “Verde Luz”, solicitadas por el propio López y ejecutadas por Ángel Rosario. También participaron la violinista Raíza López y el tenor Carlos Aponte.
El comisionado residente Juan Pablo Hernández resaltó la trascendencia de Carlos López como servidor público: “Hoy llora todo Puerto Rico, porque hemos perdido a uno de los mejores servidores públicos que ha nacido en esta tierra. Ha trascendido del plano terrenal a uno del que muchos somos incapaces de llegar. Carlitos López se ha convertido en una leyenda en la historia de su pueblo y del pueblo puertorriqueño. Alcalde de campo y pueblo que supo balancear el progreso económico con la justicia social. Era un alcalde de todos, trabajó sin mirar colores, origen y clase”.
Pedro López, hermano del alcalde, destacó su ejemplo de trabajo y su fortaleza: “Él nos dio fortaleza. Decía tranquilos, yo estoy en paz con Dios y me voy tranquilo”. Por su parte, su hija Carol recordó los proyectos más importantes de su padre, agrupados en la denominada visión 2035, y recalcó que trabajó hasta el último día haciendo lo que más amaba: servir a su pueblo.
Al acto asistieron exgobernadores como Aníbal Acevedo Vilá y Alejandro García Padilla, alcaldes y exalcaldes de distintos partidos, representantes, senadores y personalidades del mundo del espectáculo y el deporte, como la ex Miss Mundo Wilnelia Merced, el actor Fernando Allende, el expelotero Carlos Delgado y ciudadanos de todas las edades y procedencias.
Tras el velatorio, la procesión fúnebre partió de la Casa Alcaldía, realizando paradas en lugares emblemáticos como la escuela Jacinto López, donde estudió y donde su madre, Ana, impartió clases, y el Santuario Cristo de la Reconciliación, donde se realizó una bendición y oración antes de continuar hacia el Camposanto Municipal.
En el cementerio, Benjamín Sánchez, de la iglesia Casa de Bendición, reconoció la pasión de López Rivera por su pueblo y animó a la comunidad a inspirarse en su legado y servir con amor y fe. Hugo, hermano de Carlitos, lo comparó con una ceiba, símbolo de fortaleza en Puerto Rico, y cerró con la interpretación de “Gallo pinto” de Andrés Jiménez. El padre Josean participó en el acto religioso afirmando que “Carlitos fue ante todo un hombre de acción y palabra”.
La familia López Rivera, incluida la viuda Edith Hunt (primera dama) y sus hijos Carlos Alberto, Emanuel y Carol, recibió numerosas muestras de cariño y reconocimiento por la vida y obra del alcalde, cuyo legado continuará iluminando el camino de Dorado.
Start creating an account
Te enviamos un correo electrónico con un enlace para verificar tu cuenta. Si no lo ves, revisa tu carpeta de correo no deseado y confirma que tienes una cuenta vinculada a ese correo.
Enter your account email address and we'll send you a link to reset your password.
Le hemos enviado un correo electrónico a {{ email }} con un enlace para restablecer su contraseña. Si no lo ve, revise su carpeta de correo no deseado y confirme que tiene una cuenta vinculada a ese correo electrónico.
Please verify that your email address is correct. Once the change is complete, use this email to log in and manage your profile.
Comentarios {{ comments_count }}
Añadir comentario{{ child.content }}