Gran parte dependerá de cómo han sometido sus planillas.

El Servicio de Rentas Internas (IRS, por sus siglas en inglés) anunció que comenzaría a enviar de manera electrónica los cheques del paquete de alivio del coronavirus a sobre 115 millones de personas tan pronto como el 9 de abril, pero para otros, de los que no se tiene información bancaria, entre otros asuntos, el proceso podría iniciar más tarde.

La rapidez del desembolso dependerá de la manera en que las personas hayan radicado sus planillas: aquellos ciudadanos que realizaron este proceso electrónicamente podrían recibir el cheque más rápido que aquellos a quienes el IRS tenga que imprimir sus cheques y enviarlos por correo, según el periódico Washington Post.

El proceso de envío de los cheques en papel empezaría el 24 de abril, estableciendo como prioridad a los ciudadanos de menor ingreso. En este caso, se trata de hombres y mujeres con ingresos de $10,000 anuales o menos.

También se seguirá un orden en las fechas de envío de cheques de papel: desde el 1 de mayo se enviarían a quienes tengan ingresos de $20,000, continuando la semana del 8 de mayo con aquellos cuyo ingreso haya sido de $30,000 o menos, y así sucesivamente en incrementos de $10,000 por ingreso cada semana.

Quienes hayan registrado sus ingresos en conjunto y ganen hasta $198,000, el máximo permitido para recibir el cheque, verían emitidos sus pagos a partir del 4 de septiembre.

Para los demás casos, que involucren instancias como la falta de información fiscal, los cheques serán enviados a partir del 11 de septiembre, pues estos tienen que solicitar el cheque directamente a las autoridades pertinentes durante este período de tiempo.

Alrededor de 145 millones de ciudadanos estadounidenses son elegibles para recibir los cheques del estímulo federal, que busca paliar la precariedad económica causada por la emergencia del coronavirus.

El plan establece que los ciudadanos que ganan menos de $75,000 anuales recibirán un pago de $1,200, y $500 adicionales por cada niño. El pago irá reduciéndose para los ciudadanos que ganen más de $75,000 hasta llegar al tope de $99,000 individuales, siendo estos últimos los que ya no apliquen para el beneficio, según dispone la ley.

Este plan de estímulo incluye, aparte de los $250,000 millones en pagos directos a individuos y familias, $350,000 millones en préstamos para pequeñas empresas y otros $250,000 millones para ampliar los beneficios de seguro por desempleo.

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