A pesar de la derrota de Colombia ante Brasil en los cuartos de final del Mundial de Fútbol, decenas de colombianos residentes en Puerto Rico elogiaron las hazañas logradas por el equipo suramericano.

A las tres de la tarde, la muchedumbre ya se postraba frente a los varios televisores que los negocios Delicias Colombianas y Marketplace, en la esquina de las avenidas José Oliver y Carlos Chardón en Hato Rey, habían colocado en los exteriores de sus respectivos locales para que los ‘hinchas’ pudieran observar el partido.

Entre el gentío de camisas amarillas y rojas se encontraba Dinorah Rechani, puertorriqueña casada con un colombiano y madre de dos jóvenes nacidos en Colombia.

‘Desde el 1986 (veo los partidos), que ya de adolescente uno estaba pendiente a los mundiales. Desde ahí siempre los he visto. Claro, cuando vivía en Colombia fue cuando le tocó a Colombia ir a los mundiales en Italia y Estados Unidos’, recordó Rechani.

Sobre la delegación de Colombia, Rechani mencionó que ‘mucha gente le va a Colombia porque tal vez es el ‘underdog’ que se ha ganado el corazón de todo el mundo con James, con Cuadrado. Ha sido una selección tan humilde que yo creo que eso es lo que ha hecho que mucha gente le vaya a Colombia.’

Por su parte, Cielo David, colombiana residente en Puerto Rico hace cuatro años, explicó que el fútbol es más bien una tradición en Colombia, costumbre que perdura a través de sus compatriotas que viven en la Isla.

‘Siempre, nosotros en Colombia por tradición, tenemos el fútbol desde muy niños pero aquí en Puerto Rico hemos sentido el calor de todos los colombianos en una tierra que nos ha acogido y apoya nuestra selección’, dijo David.

Otro de los fanáticos en camisas amarillas fue Édison Casanas, quién no se mostró muy a gusto con la manera en que fue fiscalizado el partido.

‘El amor patrio es lo que primero me viene a la mente. Siempre hemos sido un país que hemos luchado bastante por lo que queremos. En este momento, teníamos un tremendo equipo y queríamos llegar a los penalti pero el árbitro español nos tumbó el juego’, dijo Casanas apasionadamente y rodeado de familia y amigos.