Los miembros del grupo Acción de Pueblo celebraron su segunda actividad, llamada Relatos del Hambre con la que buscan abrir un espacio para que personas y organizaciones de base comunitaria compartan sus historias acerca de su ‘hambre’ y carencias que se recogerán para crear un informe sobre la situación del país.

‘Queremos construir un informe sobre el país que responda a lo que está ocurriendo en el país, partiendo de lo que vivimos y experimentamos quienes vivimos aquí. Contrario al informe Krueger o los análisis secretos que hace el gobierno junto a sus economistas, creemos que la crisis fiscal no es un asunto puramente matemático. Se trata, además, de crisis de derechos, que deben protegerse ante los bonistas y políticos’, manifestó en un comunicado, Alvin Couto, uno de los organizadores del evento.

Añadió que ‘las medidas de austeridad, los propuestos recortes a derechos de trabajadoras y trabajadores, el cierre de escuelas y la falta de acceso a transportación pública, vivienda y servicios de salud, entre otras carencias son el resultado de que gobiernen personas enajenadas de la realidad del país. Por otro lado, expresaron que estos relatos no tienen el interés de llamar a la lástima o a la pena, sino de presentar una muestra palpable de las carencias que experimenta la gente diariamente y, más aún, compartir las estrategias de resistencia y lucha ante el hambre y la crisis’.

Dijo que esta actividad es la primera de una serie de actividades que se celebrarán distintos lugares del país y que servirán para nutrir el informe.

Con la consigna ‘la gente antes que la deuda’, los presentes participaron de los micrófonos abiertos para compartir sus relatos. La actividad, además, tuvo un componente performático que presentó la realidad del exilio al que obligan las medidas de austeridad y los recortes.

Los participantes de la actividad acudieron hasta Fortaleza para dejar frente a la casa del Gobernador varias maletas vacías y pasajes para los politiqueros y bonistas, con el mensaje ‘Váyanse ustedes!’. El acto provocó la alarma temporera de la Policía, que desconocía el contenido de los bultos.

‘El hambre que denunciamos asume muchas formas. Entre éstas, una nevera vacía, una familia que decide robar comida para darle algo a sus hijos, un cheque que no da para la compra o para los medicamentos o para ninguno, elegir entre que corten la luz o el agua, andar desocupado o desocupada porque el poder empuja al desempleo, no tener vivienda o tenerla y estar a punto de perderla, el cierre de la escuela de una comunidad o, incluso, el desalojo de esa comunidad’, sostuvo.