El mensaje de Gloria Díaz Urbina representa uno de los primeros llamados públicos desde la academia puertorriqueña para exigir igualdad y acceso a la educación sin distinción de origen.

En un gesto cargado de emotividad y compromiso social, la decana de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras, Gloria Díaz Urbina, alzó su voz en defensa de la población inmigrante, en lo que representa uno de los primeros llamados públicos desde la academia puertorriqueña para exigir equidad y acceso a la educación sin distinción de origen.

“Equidad para los hijos de nuestra tierra y los hijos de tierras vecinas y otras más distantes”, proclamó Díaz Urbina, hermana del expolítico novoprogresista Leo Díaz, con firmeza y sensibilidad durante una ceremonia de graduación, donde hizo un llamado urgente a rechazar los discursos detractores y las políticas que intentan marginar a quienes “buscan un mejor presente y un futuro alentador”.

En un momento marcado por tensiones migratorias y decisiones gubernamentales que amenazan derechos fundamentales, la funcionaria universitaria sostuvo que “nadie tiene derecho a negarle educación a ningún ser humano” y enfatizó que los inmigrantes también enriquecen la vida universitaria “con su conocimiento y su cultura”.

“No podemos permitir que discriminen a nadie por su lugar de origen, ni por raza ni preferencia”, insistió con vehemencia, mientras los presentes respondían con aplausos visiblemente conmovidos.

Dirigiéndose a los graduandos, Díaz Urbina los convocó a ser defensores activos de una universidad viva, diversa e inclusiva: “Como exalumnos que serán ahora, son voces y pies en la lucha por mantener una universidad viva”.

Durante el evento, también tomó turno el presidente de la Universidad de Puerto Rico, Miguel Muñoz. Sin embargo, cuando se dirigía a los graduandos, numerosos estudiantes, por no decir la gran mayoría, optaron por ir al baño, virar sus asientos o simplemente desviar la mirada en señal de protesta.

Muñoz, consciente del acto simbólico que se desarrollaba ante él, reaccionó de forma indirecta en su expresiones. Solicitó a los estudiantes graduados que utilizaran su voz, al igual que estaban haciendo durante la ceremonia, para otros reclamos.

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