También proporcionará suministros de agua, tiendas de campaña y equipos de protección a bordo del buque de la Marina australiana «HMAS Adelaide».

La Marina del Reino Unido enviará a la patrullera militar «HMS Spey» a Tonga, que estaba de misión en la Polinesia, para colaborar con las labores de ayuda humanitaria tras el tsunami y la erupción volcánica que ha afectado a ese archipiélago del Pacífico Sur, anunció hoy el ministerio británico de Exteriores.

El Reino Unido enviará asimismo suministros de agua, tiendas de campaña y equipos de protección a bordo del buque de la Marina australiana «HMAS Adelaide», que zarpará hoy hacia Nuku’alofa, la capital de Tonga.

El Gobierno británico ha financiado en total el envío en el buque australiano de 17 palés con material que ha solicitado el Gobierno de Tonga, un conjunto de más de 170 islas donde residen en torno a 105.000 personas, miembro de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth) que formalmente encabeza la reina Isabel II de Inglaterra.

«Los suministros y la experiencia técnica del Reino Unido proveerán asistencia urgente a Tonga. Trabajaremos junto con Australia para promover un Indopacífico estable y próspero», dijo en un comunicado la ministra de Exteriores británica, Liz Truss.

La responsable del Foreign Office se encuentra en Australia junto al ministro británico de Defensa, Ben Wallace, en una visita con el objetivo de estrechar lazos con Canberra en el ámbito de la seguridad.

El Reino Unido «está preparado para apoyar al que ha sido nuestro socio de la Mancomunidad de Naciones durante mucho tiempo», dijo Wallace.

Además de la ayuda directa, Londres ha ofrecido financiar el envío de expertos en crisis de la ONU que colaboren con las autoridades de Tonga y coordinen la respuesta internacional en el archipiélago.

Isabel II ha remitido por su parte un mensaje de condolencia al rey de Tonga, Tupou VI, tras el desastre, que ha provocado al menos tres muertes y una amplia devastación.

«Mis pensamientos y mis oraciones están con la gente de Tonga», expresó la soberana británica en ese mensaje. La situación «debe de ser increíblemente difícil para todos aquellos que no pueden contactar con sus amigos y familiares, mientras las comunicaciones están cortadas», afirma la reina.