Asociación de Contratistas Generales de América, una de las primeras organizaciones del sector privado en denunciar ante el gobernador la situación con esta empresa.

El Capítulo de Puerto Rico de la Asociación de Contratistas Generales de América (AGC-PR), que representa un importante sector de la construcción en Puerto Rico, instó al Gobierno a actuar con carácter de urgencia en su responsabilidad de fiscalización activa y contundente sobre el contrato que firmó con LUMA Energy para operar y transformar la red de distribución y transmisión de energía en Puerto Rico.

“En nuestra opinión es necesario exigir un cambio significativo en la alta gerencia de LUMA, una evaluación detallada de las acciones de LUMA hasta ahora, restablecimiento de las relaciones contractuales con las empresas locales que fueron despedidas hace un año, dejar sin efecto la imposición de los acuerdos laborales con uniones fuera de Puerto Rico, agilidad, y transparencia total en la rendición de cuentas al gobierno y la ciudadanía”, sostuvo Eduardo Pardo, presidente de AGC-PR.

Recordó el portavoz de esta entidad que en septiembre de 2022, AGC-PR fue una de las primeras organizaciones del sector privado en denunciar ante el gobernador, Pedro Pierluisi Urrutia, sobre las consecuencias adversas de las decisiones de LUMA.

“Advertimos sobre el impacto negativo que tendría la cancelación arbitraria de los contratos con compañías locales que brindaban servicios de desganche y mantenimiento, entre otros; y la imposición de acuerdos laborales negociados por LUMA, los cuales aumentaban significativamente el costo de las obras programadas y reducían el alcance de la reconstrucción y modernización de la red”, señaló.

El portavoz de la organización sostuvo que la cancelación del contrato no debería ser la primera opción, pero señaló que “para resolver la situación en la que nos encontramos hoy y de cara al futuro, es necesario que el Gobierno, mediante la Autoridad de Alianzas Público-Privadas, establezca un equipo dedicado a analizar mensualmente las métricas de rendimiento establecidas y asegurar que cumplen con las expectativas”.

Recalcó que “hay que supervisarlo todo, desde la planificación, ejecución y compra de materiales para realizar los trabajos, hasta los contratos con subcontratistas y el uso de fondos federales. LUMA no se puede auto supervisar».