El abogado de Luis Antonio Cádiz Martínez asegura que ni la esposa de Félix Verdejo ni su papá tienen nada que ver en el caso.

El licenciado Edwin Prado, representante legal de Luis Antonio Cádiz Martínez, cómplice del asesinato de la Keishla Rodríguez Ortiz, confirmó hoy que su cliente fue la persona que acudió a las autoridades federales para contar con lujo de detalles los hechos que culminaron en la muerte de la joven embarazada.

En entrevista televisiva en el programa Jugando Pelota Dura (Tele Once) Prado dijo que Cádiz Martínez lo contactó y le contó lo sucedido, por lo que el licenciado se comunicó con las autoridades federales para dar detalles del asesinato. En ese momento, Cádiz Martínez se convirtió en el colaborador de las autoridades federales en el caso, en cuyo testimonio se basó la declaración jurada que sometió el agente del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), Lorenzo E. Vilanova Pérez en la querella inicial.

“Yo estaba en mi oficina en Florida, y (Cádiz Martínez) me llamó, me consultó y a base de la conversación, me dio unas instrucciones específicas. Yo fui el hilo conductor entre él y el gobierno federal”, dijo Prado.

El abogado indicó que, desde su punto de vista y de lo que se ve del sumario fiscal público, solo dos personas conspiraron en el asesinato: Vedejo y Cádiz Martínez. Por ende, aseguró que ni la esposa de Verdejo, Eliz Marie Santiago Sierra, ni su padre, nada tienen que ver con la muerte de Keishla.

»Lo he dicho en varias ocasiones, que aquí dos mujeres han sido asesinadas. Una físicamente violentamente que es Keishla y la otra y la otra de carácter y reputación, que es la esposa de Félix Verdejo. Hemos escuchado difamaciones calumnias, inventos… un montón de disparates y de todo lo que yo escuché e investigué, esas dos personas no tienen nada que ver”, apuntó.

Prado dijo que luego de escuchar el relato de su cliente, decidió acudir a las autoridades federales en un intento por evitar que se acuse tanto estatal como federal por el mismo delito, citando el caso de Sánchez Valle, y también porque, a su entender, era más seguro estar bajo la custodia federal que en la estatal.

“Estudiamos el caso, entendimos que había jurisdicción federal y en el análisis, entendíamos que la seguridad del imputado estaba más protegida por los federales”, subrayó.

Prado dijo que Cádiz Martínez conocía a Verdejo porque el púgil frecuentaba el residencial Luis Lloréns Torres, pero aseguró que no conocía ni tenía nada que ver con Keishla. También indicó que, según la declaración, la mayoría de los actos los llevó a cabo Verdejo.

Según el pliego acusatorio, Verdejo ofreció dinero, prometió dinero o algún otro objeto de valor a Cádiz Martínez, que ya había cumplido en el foro federal por posesión de armas.

El licenciado, quien reveló que su representación legal culminó hoy, luego que el Tribunal lo relevó de sus funciones y asignó un defensor público, dijo que Cádiz Martínez espera llegar a un acuerdo con las autoridades federales para una posible sentencia menor en el caso.

Ambos acusados enfrentan un cargo de secuestro que resultó en muerte, carjacking que resultó en muerte y muerte de un niño por nacer, pero Verdejo Sánchez enfrenta también un cargo de uso de arma de fuego mientras se cometía el delito ya que, según la declaración jurada de Vilanova Pérez, el boxeador le disparó al cuerpo de la mujer después de tirarlo a la Laguna San José desde el Puente Teodoro Moscoso.