Mientras la Administración de Corrección realiza muy promocionados operativos en los que ocupan un par de celulares, guardias penales intervinieron la semana pasada por posesión de cocaína y heroína con una de las figuras del sistema penal a la que mayor control institucional y poder político se le adjudica.

Según la prueba de campo y los testimonios que recibió NotiCel, el 22 de mayo pasado se realizó una intervención contra Carlos Cáceres Pizarro, preso por el asesinato de un cura, en la cárcel 501 de Bayamón en la que le ocuparon 43 decks de heroína y cocaína, así como dinero en efectivo y celular. La intervención está consignada en la querella 2012-7-111-8979.

Más que la sucesión de escándalos que ha enfrentado Corrección por el descontrol evidenciado en vídeos y fotos que los mismos confinados y confinadas se toman dentro de los penales y publican en redes sociales, la intervención contra Cáceres provocó sorpresa entre los conocedores de cómo se maneja el poder en las cárceles.

Fuentes con acceso a los penales indicaron a NotiCel que Cáceres es un cacique carcelario con poder para negociar votos a cambio de lo que se le permite hacer a los presos en el penal, y a cambio de coordinar cuándo se hacen registros. También, presiona por ascensos de oficiales correccionales. Su intervención, dijeron las fuentes, es indicativo de que ‘los guardias se cansaron’ del control del confinado.

Las fuentes indicaron, además, que Cáceres está apadrinado en la cárcel a cambio de donaciones que hace al Partido Nuevo Progresista.

‘Pagaba porque le mantuvieran su expediente limpio… En una reunión en la que estaba Thomas Rivera Schatz, en Corrección, otras personas escucharon cuando a Rivera Schatz le dijeron que Cáceres lo estaba llamando por teléfono. Él se levantó y cogió la llamada’, relató la fuente.

Desde la cárcel, Cáceres corre, como su presidente, la Sociedad Bíblica Carcelaria, una entidad que tiene página de internet, publica boletines, recibe auspicios de firmas comerciales, organiza grupos dentro y fuera de las cárceles, y trabaja en coordinación con la Asociación Evangelistica Cristo Viene Inc. del predicador Yiye Ávila, a quien el Senado homenajeó recientemente. NotiCel solicitó una reacción al ministerio de Ávila, pero no fue contestada.

La secretaría de Corrección y Rehabilitación restó importancia al incidente en el que a Cáceres se le conficaron 43 envolturas ‘con polvo blanco de cocaína’ y ‘polvo crema de heroína’, según leen los resultados de la prueba de campo.

‘Todos los días se encuentra marihuana, cocaína y heroína. Todos los días. El Secretario ha triplicado la supervisión así que ahora se va ha encontrar más todavía’, explicó Damarisse Martínez, portavoz de la agencia.

Martinez comentó que a Cáceres también se le incautó un celular pero como el caso está en investigación aún no puede precisar si en el mismo están los números del Presidente del Senado, el alcalde de Toa Baja, Aníbal Vega Borges y la exsubsecretaria del DCR, Antonia ‘Toñita’ Marcano, de quienes se dice es amigo.

La portavoz confirmó que el convicto se jactaba de tener conexiones políticas sin embargo dijo dudar del alcance de las mismas.

‘Allá dentro muchos estaban locos porque lo cogieran con algo porque él se pasaba diciendo que estaba conectado’, apuntó Martínez.

La representante de la agencia constató que Cáceres antes contaba con un pase extendido que le permitía participar en actividades fuera de la cárcel mas a partir del miércoles fue enviado a la unidad de máxima seguridad donde sólo tiene una hora de recreo al día.

Al confinado también se le impuso una fianza de 30 mil dólares y la vista está pautada para el 6 de junio.

Para leer la orden de encarcelamiento de Cáceres por la posesión de drogas, pulse aquí.

Para leer los resultados de la prueba de campo que se le realizó al material incautado, pulse aquí.

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