Un jurado de la Florida absolvió hoy a Casey Anthony quien estaba acusada de haber asesinado a su hija de dos años Caylee.

El controversial caso, que se convirtió en un espectáculo de los medios de comunicación, conmovió a Estados Unidos durante los últimos tres años por la insensibilidad de la joven ante la muerte de su infante.

Anthony fue hallada no culpable del cargo de homicidio en primer grado y de maltrato infantil, pero culpable de mentir a los investigadores. De haber resultado convicta del primer cargo hubiese podido enfrentar la pena de muerte.

Según reseñan los principales medios estadounidenses, la mujer no mostró reacción cuando se leyó el veredicto del jurado tras más de 10 horas de deliberación, pero posteriormente irrumpió en llanto y abrazó a su abogado.

La hoy convicta por mentir a las autoridades se expone a cuatro años por dicho delito, pero ha estado presa desde julio de 2008, por lo que habrá que ver a determinación del juez en la lectura de sentencia que está pautada para el jueves a las 8:30 am.