El Departamento de Hacienda, que busca hasta debajo de las piedras de dónde sacar dinero para el presupuesto del Gobierno, dejó de cobrar unos $24 millones en licencias vencidas de máquinas tragamonedas y sus inspectores están sin controles en cuanto a la confiscación de bebidas, según una auditoría de la Oficina de la Contralora.

La auditoría examinó las operaciones del Negociado de Bebidas Alcohólicas y Licencias de julio de 2012 a diciembre de 2013.

Según el informe, ‘la industria de máquinas de entretenimiento generó ingresos al Gobierno por $19,122,750 para los años fiscales del 2008-09 al 2009-10’. Esto, por concepto de la emisión y la renovación de 8,220 licencias. Pero, al 31 de julio de 2013, esa misma base de datos reveló que 3,593 licencias de máquinas no habían sido renovadas desde octubre de 2010 que, a razón de $2,250 por licencia, representarían ingresos anuales dejados de devengar por $8,084,250, o por lo menos $24.2 millones en total desde esa fecha hasta ahora.

La auditoría también detalla que la movida de la Administración Fortuño en contra de estas máquinas para confiscarlas tras emitir una carta circular que hacía más estrictos los requisitos de operación, generó 197 demandas contra el Departamento por la confiscación de 692 máquinas. A noviembre de 2013, quedaban activas 85 demandas y sólo cinco, de 112 demandas resueltas, fueron en contra de Hacienda.

En cuanto a la confiscación de bebidas, el informe indica que ‘[e]l Negociado no contaba con un registro o información relacionada con las inspecciones realizadas por los agentes a los negocios ni de la mercancía confiscada’. ‘Tampoco mantenía información de la disposición final de esta, ya sea mediante subasta o destrucción’, añade.

En febrero de 2013 las oficinas de distrito comenzaron a remitir informes por correo electrónico sobre sus actividades de inspección, pero tampooco incluían estos datos.