El Primer Circuito de Apelaciones de Boston confirmó las sentencias perpetuas de los hermanos Ángel ‘Ángelo Millones’ Ayala Vázquez y Luis Xadiel Cruz Vázquez por su rol como barones del narcotráfico en residenciales de Bayamón, y lo hicieron en una sentencia en la que los comparan con figuras trágicas de la tradición poetica victoriana.

‘La sangre es usualmente más espesa que el agua’, declaran los jueces como introducción en la larga sentencia en la que rechazan los argumentos de los hermanos y concluyen que ‘Ayala y Cruz, unidos inicialmente por su sangre, ahora compartirán el mismo destino: vida en prisión’.

‘Igual que los personajes de (Alfred Lord) Tennyson, Balin y Balan, que sentados uno al lado del otro en sus caballos le hicieron frente a todos sus atacantes, estos dos hermanos encararon la fuerza total de la evidencia recopilada por el gobierno federal y el testimonio de sus propios compinches en el crimen. Al final, sin embargo, a Cruz y a Ayala no les fue mejor que a Balin y Balan, quienes perecieron cda uno en los brazos del otro’, añaden en referencia a la obra del poeta británico del período victoriano.

Ayala argumentó, sin éxito, que el gobierno no había probado que poseyera drogas a menos de 1,000 pies de un residencial público, que no probaron lo relativo a las cantidades de droga que le imputaron, y que no habían presentado suficiente evidencia para involucrarlo en transacciones de lavado de dinero. Cruz, por su parte, argumentó que no debía recibir sentencia de perpetua porque su rol en la organización de narcotráfico era uno menor y porque era un ‘buen padre y hombre de familia’ que nunca había usado drogas.

Ayala y Cruz fueron acusados junto a otras 63 personas por su responsabilidad en la organización de narcotráfico que operaba en los residenciales bayamoneses José Celso Barbosa y Sierra Linda.

Pero el panel de jueces apelativos no fue persuadido por los argumentos de defensa.

Sobre el argumento de Cruz de que no usaba drogas, el tribunal determinó que el juez pudo haber tomado eso a su favor a la hora de sentenciarlo, pero también pudo haberlo tomado en su contra porque hace que su participación en la conspiración sea más condenable ya que actuó meramente por ganar dinero y no como una forma de financiar su vicio.

‘El propio tamaño, ampliutud, sofisticación, y rendimiento económico de la operación de Barbosa le roba el aliento a cualquiera. El costo humano de esta actividad ilícita no puede conocerse’, dijeron los jueces.