El talento creativo en esta isla de 100 x 35 ha alcanzado los distintos rincones del mundo y tiene la capacidad de lograr el crecimiento económico. Ignorar el potencial que hay en las industrias creativas resultaría en una desventaja, aseguró el empresario cultural y tecnológico, Ricardo Burgos, ya que en estas disciplinas se encuentra el salvavidas para sacar a flote una economía en desarrollo.

La clase creativa, según Burgos, ha estado creciendo de forma orgánica mediante la propia autogestión. Diseñadores, arquitectos, músicos, escritores, productores y actores han creado sus propios talleres y proyectos, al fomentar un ecosistema de colaboración y crear mercados nuevos para sus productos.

Burgos, quien tiene su propia compañía de diseño de mobiliario, opinó que hay una nueva generación dedicada al diseño de industriales, algunos de los cuales operan desde talleres improvisados en sus casas o en las universidades donde estudiaron. Asimismo, han surgido grupos que promueven festivales de circo, obras de teatro y comedia.

El talento creativo representa, según Burgos, una oportunidad para la exportación, pero también para cautivar turistas de interés, que desean experimentar la agenda cultural puertorriqueña. ‘Me cuesta entender cómo Puerto Rico no ha abrazado esta oportunidad de la creatividad, que siempre ha sido lo que nos ha distinguido. Si se nos conoce alrededor del mundo por algo, es por nuestra música o por nuestros talentos creativos’, expresó el hombre de 45 años.

‘En la medida en que Puerto Rico, a través de su gobierno, entienda que podemos ser un bastión de desarrollo cultural en las Américas y nos posicionemos como tal, van a cambiar muchas cosas’, insistió quien se autodenominó como un ‘empresario en serie’ porque ha tenido la oportunidad de abrir varias empresas junto a otros socios. Destacan, por ejemplo, Constructo y Espacio Conector, empresas de diseño de mobiliario y de consultoría en estrategias digitales, respectivamente.

Aunque la propia comunidad está creando taller y abriendo un nuevo mercado para sus productos y servicios, la labor del gobierno es imprescindible para promover la agenda cultural y vender a Puerto Rico por su talento creativo, tanto dentro del país como fuera. ‘Existe una oportunidad de un turista de interés que toma la decisión de visitar a un país porque quiere conocerlo a profundidad. Quiere conocer su cultura, su comida, su música, conocer a su gente y relacionarse con ella’, explicó Burgos, quien además insiste en la necesidad de aculturar al mercado local que cada vez está más influenciado por la comercialización de la cultura como consecuencia de la globalización.

Países como Islandia, el cual tiene tan sólo el 9% de la población en Puerto Rico, ya han demostrado la capacidad de crecimiento económico que hay a través de la inversión en la cultura. Burgos destacó que en 2008, en medio de una férrea crisis económica, la Ministra de Cultura, Katrín Jakobsdóttir,logró aumentar el presupuesto para esta área y como resultado, el país atestiguó un 3% de crecimiento anual.

Para promover las industrias creativas y culturales como parte del desarrollo económico del país, Burgos creó el Puerto Rico Creative Economy Initiative en 2007.

‘Lo que hace falta ahora mismo es algún método de unificar (los proyectos) que están sucediendo y que entonces el gobierno nos ayude a crear esta agenda que vamos a dar a conocer alrededor del mundo’, insistió el activista.