Río de Janeiro – La Amazonía brasileña perdió 6,418 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre agosto de 2010 y julio de 2011, la menor área para un año desde que se mide la devastación de la mayor selva tropical del mundo en 1988, informaron hoy fuentes oficiales.

La caída de la devastación del considerado mayor pulmón vegetal del mundo a un nivel récord fue anunciada hoy por el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) como parte de los actos de conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente.

Brasil, anfitrión de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sustentable (Río+20) de este mes en Río de Janeiro, concentra hoy gran parte de las 8.850 actividades programadas en todo el planeta para celebrar la fecha.

Según los datos divulgados por el INPE, que corrigen los divulgados en diciembre pasado, el área devastada en el último año hasta julio fue en un 8 por ciento inferior a la registrada entre agosto de 2009 y julio de 2010 (7.000 kilómetros cuadrados).

La deforestación fue calculada a partir del análisis de 213 imágenes de satélite y de un programa informático del INPI que considera como deforestación la completa remoción de la cobertura vegetal en áreas de más de 6,25 hectáreas.

El total de kilómetros cuadrados devastados en el último año, sin embargo, es superior al que había sido calculado en diciembre pasado (6.238 kilómetros cuadrados) con base en 97 imágenes de satélite.

Al comentar la reducción de la devastación, la ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixiera, aseguró que las acciones efectivas de combate a la deforestación también le permitieron a Brasil convertirse en el ‘país que más redujo sus emisiones de gases contaminantes’.

El ministro de Desarrollo Agrario, Pepe Vargas, en un programa en las radios oficiales en el que también trató el Día Mundial del Medio Ambiente, dijo que, pese a las críticas de los ecologistas al nuevo Código Forestal, sancionado el mes pasado por la presidenta Dilma Rousseff, la legislación obligará a los agricultores a reforestar cerca de 30 millones de hectáreas.

Agregó que se trata de un área significativa si se le compara con el área destinada por Brasil a cultivos este año (50 millones de hectáreas).

Según Vargas, las normas que obligan a los agricultores a reforestar áreas próximas a los ríos o que estaban protegidas no amenazan la viabilidad de ninguna propiedad rural.

‘El agricultor tiene que entender que la preservación del medio ambiente también es un activo de su propiedad’, dijo.

Además de los actos oficiales encabezados por Rousseff, que anunció la creación de dos nuevos parques nacionales, la ampliación de otros tres y medidas de apoyo a los pueblos indígenas, el Día Mundial del Medio Ambiente fue conmemorado con eventos en diferentes ciudades del país.

La fecha también fue recordada por las organizaciones no gubernamentales que participarán en la Cumbre de los Pueblos durante la Río+20 y que montaron en el centro de Sao Paulo una ‘Carpa contra la Mercantilización de la Vida’ y organizaron dos manifestaciones en Río de Janeiro.

Un grupo de funcionarios de órganos ambientales aprovechó la fecha para protagonizar una paralización de sus actividades por 24 horas para llamar la atención de lo que llaman ‘verdadera situación ambiental del país’.

‘Lo que hoy se muestra es un Brasil bonito, con la mayor selva del mundo, pero la situación aquí es complicada. La aprobación del nuevo Código Forestal dificulta la fiscalización’, aseguró la directora de comunicación de la Asociación de Funcionarios del Área del Medio Ambiente, María Goretti Pinto, en un comunicado.